Por Comunicación Social
Nerea Porras, del Centro Juvenil “el Forat” de Badalona nos cuenta su experiencia en el curso organizado Federación de Centros Juveniles Don Bosco de Cataluña, al tiempo que conoceremos el arranque del curso en la Federación Maín de Aragón y Don Bosco de Valencia.
«El hecho de convivir allí y poder exprimirlo todo al máximo te da un abanico de aprendizaje muy grande. Puedes experimentar a fondo todas las cualidades, habilidades y puntos de vista de las personas que están conviviendo contigo, con maneras de pensar y actuar diferentes, pero que al fin y al cabo tienen el mismo interés en acompañar el proceso educativo de niños y niñas desde el cariño, la alegría y la ilusión. Todos salimos de esa burbuja de aprendizaje de diez días súper enriquecidos», explica Nerea.
El hilo conductor del curso fue las «Don Bosco Olimpiadas», en las que participaron 39 monitores y 6 directores en la casa de convivencias de Llinars del Vallés. Fueron diez días muy intensos donde se vivieron nuevas experiencias, se conoció gente de otras realidades y se profundizó en la fe. Todo se realizó con las medidas de seguridad establecidas para la prevención de la Covid-19.
Arranque de curso esperanzado
Por otra parte, en estos primeros días de septiembre la Federación Maín y la Federación Don Bosco de Valencia han celebrado la Asamblea general ordinaria con la esperanza de iniciar un curso cargado de proyectos ilusionantes. La Federación de Centros Juveniles Don Bosco de Cataluña tiene previsto celebrarla a mediados de octubre.
Desde las diferentes Federaciones esperan que este curso, con la previsible mejora de la situación pandémica, los niños y jóvenes, conjuntamente con sus educadores, puedan ir acercándose cada vez más a una normalidad que permita rehacer todos los lazos y vínculos emocionales que esta pandemia ha socavado.
«El sábado 11 de septiembre celebramos la Asamblea General Ordinaria de la Federación MAÍN, CCJJ Salesianos de Aragón con la esperanza de un curso cargado de proyectos ilusionantes.
Tras una acogida y oración de inicio los representantes de los cuatro centros juveniles pudieron ir desgranando qué les había deparado el verano y cuales eran los principales retos a los que se enfrentan este año escolar que iniciamos. Así pues, constatamos que a pesar de toda la situación sanitaria, el ritmo en los centros no ha disminuido, más bien al contrario, han sabido adaptarse a la normativa vigente en cada momento, reinventarse y continuar ofreciendo alternativas de ocio educativo. Se avecinan novedades en los diferentes centros: cambios de juntas, equipos de monitores renovados, propuestas de actividades respetando aforos, distancias, medidas higiénicas… pero no por ello menos interesantes.
En el balance de gestión de la Federación se palpó el interés en continuar trabajando de manera conjunta. Se valoró de manera especialmente positiva la experiencia formativa con la ETL Pirineos en los cursos de monitores y directores de tiempo libre que se llevó a cabo este verano en Santa María de Bruis y se animó a continuar esta línea de trabajo. Como previsión para el curso que iniciamos y tras varios momentos de trabajo en grupo, los participantes expusieron algunas líneas de trabajo a tener en cuenta de cara a la preparación de los distintos encuentros y actividades programadas. Este año, movidos por la esperanza y con el magnífico telón de fondo del 150 Aniversario de la creación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, nos volveremos a sentir Mornese, retomando con especial dedicación la línea más pastoral.
Finalmente, vivimos el relevo en la presidencia de la Federación y algunos otros cargos de representación de los diferentes centros juveniles. Así, agradecemos el trabajo de este difícil año a Alejandro Agustín y agradecemos su disponibilidad a Víctor Lafuente, que a partir de ahora será el presidente de la Federación y contará con un equipo ilusionado y con ganas de trabajar en pro del bien de la infancia y juventud aragonesa».
