El colegio Salesianos acoge durante el mes de julio, por cuarta ocasión, un comedor social. Se trata de una iniciativa solidaria que la comunidad salesiana puso en marcha por vez primera durante la Navidad de 2012 y, como se ha atestiguado la falta que hacía y lo bien que ha funcionado, sus promotores han decidido volver a montarlo.
La reliquia de San Juan Bosco visitó la ciudad en septiembre de 2012. Con motivo de aquel acontecimiento la comunidad salesiana pensó en hacer algún proyecto social, por cuanto Don Bosco estaba en Algeciras "y comprometía a todos", recuerda el director del colegio Salesianos, José Antonio Perdigones. Debido a la situación de crisis, se decidió que la del comedor social sería la actuación oportuna.
"Aquí en la ciudad ya existía un comedor como el del Carmen, pero sus destinatarios son distintos y no pueden entrar niños, por ejemplo. Nosotros queríamos y atendemos a familias, no individualmente, sino a familias con todos los miembros, familias que lo están pasando mal. Nuestro proyecto, tanto en verano como en Navidad, no pretende solapar ninguna actividad que ya se está haciendo, sino complementar", explica Perdigones.
Así las cosas, la comunidad salesiana se puso manos a la obra. Para empezar se puso en contacto con las personas que coordinan el comedor del Carmen. También con Cáritas. Todo para conocer de qué manera se podía poner en marcha la iniciativa y, lo dicho, para que estas acciones solidarias que hay en Algeciras se puedan complementar y no se pisen.
El comedor del colegio Salesianos atiende a una media de entre 100 y 130 personas cada día. Ofrece almuerzos de lunes a viernes. Las personas que preparan la comida son generosas y siempre prefieren que sobre algo antes de que falte. Pero por supuesto lo que sobra se aprovecha. Las familias que acuden al comedor se lo pueden llevar para casa, para la cena o para el día siguiente. Cuando surge la oportunidad, de lo que se va recibiendo, si por ejemplo llegan algunos productos que se ajustan bien a ello, pues se preparan también bolsas para llevar.
"Todo se hace desde el voluntariado, no recibimos directamente ninguna ayuda de administraciones ni nada de eso", explica Perdigones. "Recibimos los donativos de las personas que voluntariamente quieren aportar. También recibimos la colaboración del Banco de Alimentos y de Cáritas. El personal es todo voluntario, profesores, padres, alumnos, miembros de la familia salesiana, personas de la parroquia…", añade.
El director del colegio Salesianos destaca la labor de los jóvenes. "Lo que es la cocina o preparar el menú, organizar la semana o gestionar las cosas, lo llevan las personas adultas, pero el servir las mesas, atender a las personas directamente, lo hace un grupo de alumnos del centro, de los mayores y también del centro juvenil en sí, animadores, voluntarios, etcétera. Es gente joven que está implicada directamente en el trato con las personas que vienen", cuenta.
"La experiencia nos dice que prestamos un buen servicio", entiende Perdigones. "Para nosotros como familia salesiana es una experiencia muy gratificante, muy reconfortante. Recibimos más de lo que podemos dar. Se hace un trabajo bonito".
"Ves que hay familias enteras que se tienen que pasar por aquí. Es gente que no llega a final de mes, que se ha quedado sin trabajo, se ha quedado en la calle y no tiene adonde acudir. Ves familias que hace equis tiempo tenía su vida resuelta y ahora, de buenas a primeras, se encuentran en la calle. Cada día, cuando se van, casi todos nos dicen que muchas gracias. Con ese agradecimiento ya te lo pagan todo. La satisfacción de los niños, muchos gestos, miradas… A veces no hace falta ni que sean palabras, son comportamientos que te indican muchas cosas", agrega el salesiano.
