Como final de las actividades programadas este curso con motivo del Cincuentenario de los Salesianos en Badajoz, el pasado viernes día 7 se celebró solemnemente la clausura de este aniversario.
Presidió los actos el Inspector Ángel Asurmendi en una jornada en la que estuvo acompañado por una amplia representación de miembros del Consejo de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, entre los que se encontraban el vicario inspectorial, el ecónomo y el delegado de Pastoral Juvenil.
Comenzó el acto con una solemne eucaristía de acción de gracias en la parroquia salesiana que estuvo repleta de amigos de la presencia pacense, entre los que se encontraron salesianos que anteriormente habían trabajo pastoralmente en la ciudad, personal de la casa, Familia Salesiana y alumnado, en una eucaristía alegre y juvenil animada con cantos interpretados por un grupo de profesores del colegio.
Asurmendi, recordando los orígenes de esta casa, tuvo palabras cercanas y animó a mirar el futuro con optimismo en un acto que se cerró con la interpretación del himno del cincuentenario.
A continuación, en el pórtico, el inspector salesiano descubrió un mural de mosaico que servirá como recuerdo perenne de este importante acontecimiento en la historia de la casa salesiana. En el mismo se recuerda a los que han precedido su labor en la casa, mientras que se pone en las manos de Dios el futuro de esta obra de Don Bosco.
El momento final de la clausura tuvo lugar el Hotel Zurbarán de la ciudad con una cena repleta de comensales, en representación de todos los ambientes de la Comunidad Educativa-pastoral. El acto se cerró con un brindis encabezado por parte del director de la casa, Javier Sevilla, junto con imágenes de los muchachos que han pasado y pasan por la casa salesiana de Badajoz.