Todas las épocas del año son válidas para organizar una semana vocacional en cualquier casa de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, y de hecho así lo hacen muchas, pero enero, por aquello de la fiesta de Don Bosco, es una ocasión especial para proponer el seguimiento de Cristo a los jóvenes, a través de la vida consagrada, ministerial o laical del carisma salesiano.
Este es el caso de la Casa Salesiana de La Cuesta (Tenerife), donde del 18 al 24 de enero el ambiente escuela de esta obra ha llevado a cabo la semana vocacional, preparada previamente por el Equipo Escolar de Pastoral. Al frente del trabajo ha estado la Comunidad Salesiana y todos los laicos que tienen asumidas tareas de animación y coordinación en este sector de la misión salesiana de esta presencia.
A lo largo estos esos días se han cuidado los “buenos días” en el colegio, en los que se han ofrecidos pensamientos educativos en torno a la vocación salesiana, se han organizado tutorías vocacionales para todas las secciones escolares de las edades mayores, se ha contado con una Hija de María Auxiliadora que, el martes 19 de enero, compartió su experiencia vocacional con chicos y chicas del colegio; se han llevado a cabo celebraciones vocacionales; y se ha ofrecido la posibilidad, a los cursos mayores, de conocer la residencia y la vida de la comunidad salesiana, por medio de visitas guiadas, y donde, además, se ha conversado con los salesianos compartiendo con ellos un café conociendo de primera mano cómo es la vida de los hijos de Don Bosco en el día a día.
Una de las actividades cumbres de la semana ha sido el encuentro vocacional del viernes, 22 de enero, en el que un grupo de 12 alumnos de 4º de la ESO, 1º de bachillerato y Ciclos de Grado Medio, de forma voluntaria, llevaron adelante una jornada de encuentro para plantearse con más profundidad y tranquilidad lo que Dios quiere de cada uno de ellos. Dicha convivencia fue animada por dos salesianos de la Comisión Inspectorial de Animación Vocacional, Jorge J. Reyes y Manuel Hurtado, que se desplazaron hasta allí para tal servicio, y quienes plantearon una reflexión sencilla alrededor de temas como la vida, regalo de Dios; la fe bautismal como don; Jesucristo, centro de la vida cristiana; y el seguimiento de él a través del carisma salesiano. La convivencia se realizó en la casa de acogida que las Salesianas tienen en una zona de la isla llamada Las Eras, y que ellas usan habitualmente para campamentos de veranos. Hubo tiempo para pensar, trabajar en grupos, compartir inquietudes y experiencias, celebrar, convivir, e incluso darse un chapuzón en la playa, dado que el buen tiempo lo permitía y el mar se encontraba muy cercano. Se finalizó presentando a los participantes la experiencia de la Comunidad Propuesta Bartolomé Blanco de Sevilla, donde actualmente hay un grupo de jóvenes en búsqueda, la web vocacional de la Inspectoría y el reparto de la hoja Ven y Sígueme.
A partir de ahora, la casa continuará el trabajo de acompañamiento y maduración de vida cristiana de estos chicos, proponiendo otras experiencias, como la de poder pasar unos días viviendo con los salesianos, u otras que puedan ayudar a la maduración y al discernimiento, oferta que también se le hace a otros jóvenes adultos, como algún profesor, que en estos momentos se está planteando la posibilidad de ser salesiano.