“Hemos iniciado el viaje rumbo al Colle Don Bosco, una gran aventura, un hermoso encuentro con la participación de 650 personas de cinco inspectorías”: así se expresaba emocionado Leonardo Sánchez, salesiano y responsable de Comunicación del “Campobosco 2018”. En efecto, los 11 autobuses repletos de jóvenes han llegado al lugar donde nació uno de los más grandes santos de la historia con el único fin: peregrinar por los lugares del Santo de los jóvenes: Don Bosco.
Nacho Roba, salesiano cooperador y profesor en Paseo de Extremadura, Madrid, toma la palabra para narrar desde dentro sus vivencias de este primer día de encuentro físico con la tierra de Don Bosco, de Juan Soñador:
“El día 31 de julio prometía ser un día duro y después de muchas horas de autobús podemos corroborarlo. Pero también el madrugón estaba lleno de esperanza que se ha visto recompensada con creces… Vamos por partes:
A eso de las 4:30 sonaban muchos despertadores en Martí Codolar, interrumpiendo una vigilia calurosa y llena de nervios en la que algunos incluso optaron por no dormir.
Después de recoger los desayunos y comidas que el Equipo 0 había preparado diligentemente, cargamos los 11 autobuses y las dos camionetas en las que nos embarcamos rumbo a Italia a eso de las 6:30.
Con las paradas de rigor, el viaje se fue “sufriendo” con los entretenimientos propios de un autocar, a saber: sueño incómodo, películas entre cabezadas y un milagroso aire acondicionado en plena ola de calor europea. Pero nos fuimos comiendo los kilómetros y sobre las 21:00 ya estábamos casi todos en esta colina de las Bienaventuranzas Juveniles, como bautizó San Juan Pablo II al Colle Don Bosco.
La ilusión con la que abríamos los ojos tan de madrugada se llenaba de sentido con el repicar de las campanas y la oración compartida después de la cena y la acogida de los que aquí nos esperaban. Nos queda hoy un sueño nervioso, con la mente puesta en estos verdes prados que vieron corretear al pequeño Juanito Bosco y a su familia, de la que mañana seguro nos sentiremos más cerca que nunca”.
