En las comunidades salesianas de la región del Tigray, igual que en toda la zona, se han interrumpido las comunicaciones, actividades suspendidas, no hay prácticamente luz ni agua y los bancos y tiendas están cerradas.
La situación de conflicto tiene sus consecuencias también en otras presencias salesianas en el país. En Mekanissa, Addis Abeba, se volvió un par de días al colegio pero han vuelto a cerrar debido a la escalada de violencia de los últimos días. El Centro Juvenil de Mekanissa sigue con servicios mínimos de reparto de comida y ayudas a las familias y en la ciudad de Zway se está trabajando con casi normalidad.
Deseo de paz y reivindicación de apoyo a los proyectos de cooperación al desarrollo
Desde Bosco Global expresan su profunda solidaridad con la población etíope, de Tigray y del resto del país, que ve peligrar sus vidas y los avances conseguidos en los últimos años. Desde la ONGD se espera una pronta resolución del conflicto y explican que seguirán apoyando los proyectos en la zona, que responden al deseo y al derecho de millones de etíopes a un futuro sostenible, igualitario y en paz para todos y todas.
Se unen también en la oración a las comunidades salesianas de todo el país, especialmente a las cuatro presentes en Tigray, esperando que pronto puedan reanudar su trabajo en favor de la educación y las oportunidades de cientos de jóvenes etíopes.
Ante la amenaza de la violencia, hay que seguir comprometidos con la solidaridad y el futuro en igualdad, como única vía posible hacia adelante, apoyando a quienes trabajan por la paz y el respeto de los Derechos Humanos en el país.