Con una experiencia de más de 15 años en la educación, Fernando Miranda cogió el mando del colegio Salesianos de Burriana en julio del 2014, un centro que actualmente cuenta con un equipo de 52 profesionales que atienden a cerca de 1.000 alumnos. En los últimos nueve años, antes de ejercer como director, su tarea ha estado centrada en la educación no formal de jóvenes de entre 18 y 25 años, así como en la formación y acompañamiento pastoral de equipos de profesores de colegios salesianos.
LAURA CANO: ¿Cuáles son las claves que le permiten al colegio Salesianos seguir en primera línea?
FERNANDO MIRANDA: Sin duda, la confianza de muchas familias para la educación de sus hijos. Esto es así porque nuestro proyecto educativo ha sabido dar respuesta, en cada época, a las necesidades educativas de los jóvenes, tanto académicas como humanas. Así lo afirman los testimonios de tantos antiguos alumnos que, a lo largo de los 75 años de historia recientemente celebrados, han pasado por el colegio. El corazón de ese proyecto es nuestro estilo educativo pastoral, que busca acompañar la vida de cada niño. Además, nos avala un equipo de educadores con experiencia, ganas de renovarse y de aprender para poder responder mejor a los retos educativos También es importante la relación con las familias y su implicación en la vida del colegio.
L. C: ¿En qué se basa el modelo educativo y formativo?
F. M.: Lo más importante es la mirada centrada en cada una de las etapas de crecimiento de nuestros alumnos. Ante todo, para garantizar una buena formación académica, pero también para cultivar otros aspectos. La educación ofrece oportunidades inmejorables para acompañar otros aprendizajes fundamentales en la vida, que no aparecen en los libros ni en internet. Por ejemplo, la educación para la justicia y la honradez, la resiliencia, la integración, la solidaridad y el servicio, el deporte, el arte, la música y el teatro. Otra clave importante para nosotros es educar la espiritualidad que, en nuestro caso, nace de los valores del Evangelio.
L. C: ¿Qué servicios educativos complementarios ofrece el centro?
F. M.: Comedor escolar y un programa variado de actividades extraescolares de lunes a viernes; y durante julio, ofrecemos escuela de verano. Además, damos la oportunidad a los alumnos de presentarse a exámenes oficiales de valenciano, francés e inglés, y también a los exámenes de Cambridge. También tenemos banco de libros que funciona desde hace 4 años.
L. C.: ¿Cuál es el mayor valor diferencial de Salesianos?
F. M.: Una de nuestras señas de identidad es el ambiente de familia y todo lo que hace del colegio algo más que un lugar donde se imparten contenidos académicos. El espíritu de familia es algo heredado de la tradición salesiana: la intuición de San Juan Bosco de hacer de una presencia salesiana una casa que fuera acogedora y familiar. Las instalaciones, sobre todo los patios, y la posibilidad de trabajar en red con el resto de ambientes (centro juvenil, parroquia y casa de acogida) hacen de nuestra casa un proyecto más completo para la educación de la infancia y la juventud.
L. C.: ¿Tienen en marcha algún nuevo proyecto?
F. M.: Este curso hemos entrado en la plataforma Erasmus+ con un proyecto de plurilingüismo y esto nos abre las puertas a los programas europeos. El colegio también está inmerso en un proceso de innovación pedagógica.
L. C.: ¿Qué preparación y formación tienen los alumnos cuando finalizan sus estudios en el centro?
F. M.: Una buena formación académica que vamos confirmando cada año con los resultados que se van obteniendo, pero también una formación humana y en valores, que les va preparando para desarrollarse en todas sus capacidades.
L. C.: ¿El colegio participa en alguna iniciativa social o proyecto?
F. M.: Desde hace años, desarrollamos un proyecto de aprendizaje-servicio con los alumnos de Bachillerato que queremos hacer extensivo a otros cursos. Esta metodología, que combina el aprendizaje curricular con un servicio a la comunidad, se traduce en campañas como la recogida de juguetes en Navidad o la donación de sangre. Contamos con proyectos de intervención social, gestionados por la Fundación Iniciativa Solidaria Ángel Tomás, y en los que toda la comunidad educativa colabora.