“Érase una vez un grupo de antiguos alumnos de un colegio salesiano. Convocados por su director, se reunieron y hablaron. Animados, siguieron haciéndolo semanalmente durante cincuenta años. A lo largo de este tiempo llegaron a constituirse en asociación”. Así describe Francisco Mesa, autor del libro Aromas de gratitud, los inicios del colectivo, conformado por estudiantes del Colegio Salesiano San Isidro de La Orotava, tanto antiguos como actuales, quienes conciben al centro como una parte importante de su vida.
La iniciativa surgió como consecuencia de la conmemoración, el pasado año, de los cinco decenios de existencia de la asociación. Ya con motivo de las bodas plata sus miembros editaron un pequeño folleto, una idea que quisieron retomar y, al mismo tiempo, darle mayor amplitud.
Se comentó en junta directiva y se empezó a trabajar con el objetivo de contar una breve historia con algunas fotografías. Pero esta labor los entusiasmó y pensaron que podían complementarla con algunas historias de personas muy unidas al colegio, como las de don Santiago, un profesor seglar de los años 50, y alguien representativo del personal laboral, como Isaac, el portero, “el amigo de todos”, cuentan el autor y el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, César Hernández Llopis.
El libro dedica una parte a los primeros sembradores, Claudio Sánchez Martín, Pacífico Medina Sevillano, José Rodríguez González y José Mondéjar Lerma, los cuatro directores que tuvo el centro en los años anteriores a que se fundara la citada asociación. También hace una referencia a todos sus presidentes, desde el comienzo hasta la actualidad, e incluye un reportaje fotográfico con las celebraciones y acontecimientos más importantes relacionados con el colegio Salesiano durante estos 50 años. En su mayor parte las fotografías son del archivo de la asociación.
Los socios tardaron un año en terminar el libro, porque no se trata solo de escribir la historia sino de corroborar los datos, buscar fechas…, y eso lleva tiempo, sostienen Mesa y Hernández.
Aromas de gratitud, que fue presentado el 19 de diciembre en el centro educativo y del que se editaron 500 ejemplares, no se encuentra a la venta. A las personas que desean tenerlo se les pide un donativo de 10 euros. Una petición acorde con la filosofía de trabajo de la asociación.
Una labor social que se mantiene
Cuenta Francisco Mesa que hubo una época en la que gran parte de las respuestas deportivas y sociales de La Orotava que no se daban desde otros ámbitos las cubría la asociación. Introdujo el fútbol sala en el norte de la Isla y apoyó el nacimiento del Club Baloncesto San Isidro. Sus responsables de entonces se atrevieron a traer a Jeanette y al cantante José Francisco, por las fiestas de María Auxiliadora. También colaboró con el Cineclub y organizó clases de alfabetización cuando se empezó a exigir el certificado correspondiente. Actualmente, la labor social se mantiene con distintos proyectos.
En total son 250 socios y su junta directiva es muy joven. El único requisito para participar es pagar la cuota y ser alumno o antiguo alumno.