Salesianos Zaragoza y Salesianos La Almunia participan con su alumnado de Secundaria en este proyecto que pretende fomentar la inteligencia colectiva infantil en la era de la inteligencia artificial. Se trata de un proyecto que ha puesto en marcha el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza con la colaboración del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos y la empresa Kampal que ha desarrollado la plataforma online que utilizan los alumnos en este proyecto. Dirigido al alumnado de 5º y 6º de Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos.
El objetivo es mejorar la convivencia en la red, reducir conductas de riesgo vinculadas a internet y mejorar las competencias socioemocionales para interactuar en internet, evitando el ciberacoso, abusos y otras conductas de riesgo.
Por parte de los dos colegios salesianos, los alumnos de primero y segundo de Secundaria han participado en una primera sesión junto a otros centros y a lo largo del curso se realizarán las sesiones restantes.
Desde la dirección del colegio se pretende que el alumnado contribuya a generar mayor conocimiento del uso de las redes sociales con el fin de promover en ellos hábitos de consumo y salud digital beneficiosos.
En definitiva, se trata de comprobar que la inteligencia colectiva puede ser útil para mejorar la ciberconvicencia, prevenir riesgos cibernéticos y contribuir a desarrollar competencias digitales.
La ‘ciberconvivencia’
Para desarrollar este proyecto, los grupos realizan entre dos y ocho sesiones de trabajo de unos 50 minutos de duración en la plataforma de inteligencia colectiva, resolviendo tareas relacionadas con temas como retos y comparación social, bromas virales en redes sociales, las profesiones de youtuber-streamer-influencer, los likes y dislikes, el trastorno de la conducta alimentaria o los estereotipos digitales, relaciones y lenguaje sexista.
En definitiva, una manera de innovar en materia educativa que no sólo refuerza la personalidad de los jóvenes sino que mejora su uso de la tecnología, algo de vital importancia teniendo en cuenta que precisamente estos adolescentes son las personas que, en muchos casos, tendrán que pilotar proyectos basados en una inteligencia artificial lo más ética posible.