Cuentan las crónicas que un buen día de febrero, en el que al parecer estaba lloviendo a cántaros, llegaron los primeros enviados por San Juan Bosco a Utrera con el objetivo de expandir su mensaje y su obra. Corría el año 1881, Utrera era una ciudad que todavía arrastraba muchos problemas después de un desastroso siglo XIX, y en parte estos aventureros comenzaron a arrojar algo de luz en un panorama que era bastante oscuro. Utrera fue el primer lugar de toda España en el que desembarcaron los Salesianos, fraguándose desde aquel momento una relación muy fructífera para ambas partes, que ha tenido su última actualización en una calurosa tarde del mes de octubre, en la que la corporación municipal le ha impuesto a la imagen de María Auxiliadora la Medalla de Oro de la Ciudad.
La imagen de María Auxiliadora que se venera en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Utrera, no es una imagen cualquiera, ya que es la más antigua también de toda España dedicada a esta advocación, ya que fue enviada y bendecida por el propio San Juan Bosco desde Marsella en 1885.
En los últimos días un grupo de devotos y de antiguos alumnos de Los Salesianos, con la colaboración del Ayuntamiento de Utrera, han decorado las calles de la ciudad para darle lustre a una intensa jornada que comenzaba con la celebración de una eucaristía en la plaza de Pío XII, a pocos metros del colegio que ha marcado a tantas generaciones de ciudadanos. Una misa, que ha estado presidida por el delegado inspectorial de Pastoral Juvenil, Jordi Lleixà i Jané; y animada musicalmente por el coro juvenil del colegio, que han seguido de cerca un millar de personas.
Una vez finalizada la misa, llegaba el esperado momento de la imposición por parte del alcalde de Utrera, José María Villalobos, de la Medalla de Oro de la Ciudad a María Auxiliadora.
De esta manera, tras la lectura por parte del secretario del Ayuntamiento de Utrera -Juan Borrego-, del acta de aprobación de la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad a María Auxiliadora, llegaba el acto de imposición propiamente dicho. El alcalde de Utrera hizo entrega de la medalla y de un pergamino conmemorativo a Ramón Ronda, director de la Casa Salesiana de Utrera. Tras ese instante, se sucedía el momento de oro de la tarde, cuando tras colocar la medalla en un relicario, éste quedaba depositado en la mesa del paso de la Virgen.