La casa salesiana de Jerez Torres Silva vivió durante la jornada del 24 de octubre un acto solemne y ameno con el que dar comienzo a la celebración del septuagésimo quinto aniversario de la llegada de los salesianos de Don Bosco a Jerez desde el Oratorio Festivo en un encuentro que sirvió para agradecer la labor realizada por todas las personas que han sido un pilar importante en la vida de la casa.
En el evento estuvieron presentes autoridades civiles y religiosas, evocando a los orígenes en tiempos de postguerra como consiguió el impulsor Don Juan Torres Silva. Este acto ha contado con la presencia de las distintas personas que conforman la familia salesiana de este colegio, además de Miguel Ángel Montero, Vicario Episcopal para Asuntos Jurídicos y Relaciones Institucionales y diferentes instituciones civiles entre las que destaca la Alcaldesa de Jerez de la Frontera, Mamen Sánchez.
“También pudimos contar con la presencia de D. Álvaro Domecq Romero, hijo del principal benefactor de la obra, al que le daremos su merecido homenaje después de estrenar hace 75 años, justo el 7 de diciembre, el estreno de nuestro campanario, así como del biógrafo oficial de D. Juan Torres Silva, D. Romualdo Cedillo López, acompañado de su hijo, llegado desde Bollullos de la Mitación (Sevilla), de donde fue natural D. Juan”, explicaban sobre algunos de los homenajes que se desarrollaron.
El acto comenzó con un recorrido por la historia del Oratorio en estos 75 años y tras la presentación del programa y del cartel, todos los miembros de la mesa tuvieron unas palabras que a modo de peticiones, gratificaciones y momentos simpáticos, que impulsaron el despegue de esta festividad que se prolongará durante un año.
Una imagen cargada de historia
El logotipo representa el número 75 con aristas marcadas, simbolizando la alegría, la sonrisa, compartida por todas generaciones han crecido en el «Oratorio Festivo».
Realizada por la comisión de comunicación de la inspectoría Salesiana María Auxiliadora, destaca el detalle de la veleta que corona el singular campanario que corona el edificio. Veleta inaugurada por Álvaro Domecq Romero (recientemente «hijo predilecto» de la ciudad), hijo del conocido rejoneador representada en ella y benefactor de la obra. Un minucioso trabajo herrero que recuerda otra veleta admirada en la ciudad, la de la Real Escuela Ecuestre.
Todos los elementos llevan los colores y la tipografía institucional de los Salesianos en España.
Un lema con futuro
Con «CRECEMOS CON ALEGRÍA» la presencia salesiana quiso marcar un punto de inflexión e impulso.
“Nuestra obra crece con la ampliación de las nuevas instalaciones aledañas adquiridas por la Congregación, tras mucho esfuerzo, para ampliar la oferta formativa y educativa del Centro. Sobre todo encaminada como uso en servicios complementarios y atención pastoral, buscando dar vida a la dimensión asociativa de ésta”, explican sobre el primer pilar de este lema que mira al futuro. “También crece, además de por los años que llevamos ya cumplidos, por la ampliación y renovación de la plantilla docente, así como por la cantidad de familias a las que llegamos año tras año, que colaboran fielmente con nuestra obra en la Comunidad Educativa Pastoral”, añaden.
“No olvidamos la alegría como elemento esencial para conseguir la santidad, como bien dijo Sto. Domingo Savio, y como elemento íntegro de una pastoral que vive con entusiasmo el misterio de la Pascua, desde el carisma juvenil salesiano. Indispensable en el carácter de nuestro «Oratorio Festivo»”, concluyen cogiendo fuerza desde el pasado, viviendo con intensidad el presente y afrontando el futuro con mucha ilusión.
