Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)
V Domingo de Pascua Ciclo A (Jn 14,1-12)
ORACIÓN
Envía sobre nosotros, Señor, tu Espíritu Santo:
que disponga nuestro corazón para escuchar tu Palabra;
que nos conceda encontrarte en ella;
y que haga que esta Palabra se convierta en vida en nuestras personas.
(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN
- LEE…
¿Qué dice el texto?
Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.
Texto (Jn 14,1-12)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre».
Comentarios:
El tema del discurso -presentado en forma de inclusión en Jn 14, 1.27: no se turbe vuestro corazón- gira en torno a dos verbos: “me voy” y “vuelvo”. El “me voy” indica el “lugar” hacia el que va (Jn 14,1-17) y el “camino” para llegar a él: Jesús es el camino para llegar al Padre. El “vuelvo” (Jn 14,18-27) se refiere a la pascua. La pascua condena y supera la orfandad de los discípulos. En una especie de conclusión (Jn 14,28-31) se resumen los grandes temas: partida y retorno de Jesús; la fe y el amor y la relación entre el Padre y el Hijo. Esto, a su vez, hace que aparezca un tema nuevo: el de la alegría. Dentro de esta estructura y contenido fundamentales deben destacarse también estos otros aspectos: La necesidad de creer en Jesús. Sólo así se puede entender que su partida sea para el bien de los discípulos. Jesús es el único camino hacia el Padre; es todo lo que el hombre necesita para la salvación. La aclaración sobre el lugar al que Jesús se dirige. Jesús va a la casa del Padre.
Como representación “espacial” de la vida, del reino, aparece por primera vez en todo el Nuevo Testamento. La explicación de las representaciones mencionadas. En la muerte y resurrección de Jesús, en lugar de acentuarse su valor y significado salvíficos, se pone de relieve el aspecto de su ida al Padre a preparar el lugar para los discípulos. Una vez lograda dicha finalidad, Jesús vuelve para tomar consigo a los discípulos (Mt 24,40s); el tiempo salvífico es el de la unión con Jesús en las moradas… En lugar de la fe se pone de relieve la esperanza. La continuación de la obra de Jesús en la acción de los discípulos. Porque creen en él, harán incluso obra mayores que las suyas (Jn 14,12). Ellos seguirán predicando y anunciando la conversión para que otros tengan también la oportunidad de vivir en las moradas celestes. Puesto que Jesús va al Padre, los discípulos ampliarán, “harán mayores obras”, la obra de Jesús a lo largo del tiempo. El poder intercesor de Jesús por su presencia ante el Padre (Jn 14,13).
Las preguntas de los discípulos (Jn 14,5.8.22) son funcionales y cargadas de intención: no expresan la ignorancia de quien las hace, sino la necesidad que todo el mundo tiene de escuchar la respuesta de Jesús, que ellas provocan. A la pregunta de Tomás responde Jesús presentándose como el camino, la verdad y la vida. Evidentemente una persona no es un camino, pero sí puede ser el medio para llegar a otra. Esto es lo que significa la autopresentación de Jesús: él es el medio único para llegar al Padre. La respuesta dada a Felipe alude a todos aquellos que se consideran a sí mismo como reveladores o manifestadores de Dios. El caso más claro, que subyace a la pregunta de Felipe, era el de Simón el mago (Hch 8,9ss). Frente a todos ellos se afirma que el único revelador de Dios es Jesús. En la pregunta de Judas se halla latente el deseo de todo cristiano: que Jesús haga una demostración inequívoca de su poder. Y que lo haga no sólo dentro de la comunidad, sino en el mundo. La respuesta de Jesús purifica estos deseos tan bien intencionados como equivocados: para el Revelador lo importante es la fe, guardar su palabra; dentro de ello no entra el esperar demostraciones ostentosas.
- MEDITA…
¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?
Sugerencias:
“Creed en mí y en el Padre”, esta es la clave de todo servicio… saber y creer que estamos sirviendo y visualizando el amor que es Dios..”
“En todo obrar amoroso se manifiesta la obra de Dios: servicio ministerial.”
- “Yo soy el camino”
- “Yo soy la vida”
- CONTEMPLA Y REZA…
¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…
Sugerencias:
Ayudamos, Señor,
a andar, ligeros pero sin prisas, tus caminos;
Enséñanos, Señor,
a ser fieles a la verdad de nuestro corazón;
señalamos, Señor,
el manantial de la felicidad que reside en las cosas pequeñas.
Oh Dios, que en Jesús te manifiestas como camino, verdad y vida
sigue hablando a mi corazón con obras de ternura y cariño.
- ACTÚA…
¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?
- COMPARTE…
Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.
- DA GRACIAS…
Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.
Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra,
Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo Jesús
y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.
Fuente Oración: Evangelio al dia 2019 Ed. CCS