Miles de estudiantes en toda España afrontan en estos días uno de los momentos más decisivos de su trayectoria académica. Hablamos de la Evau, también conocida como Selectividad. En la mayoría de comunidades autónomas, las pruebas están convocadas para la próxima semana. La Rioja ha sido la más tempranera, mientras que en Andalucía o Cataluña la selectividad se celebrará a mediados de mes. Todos los alumnos buscan esa nota que les abra una nueva puerta hacia su futuro profesional.
Atrás quedan dos años de una preparación intensiva. A priori, quienes han superado sin dificultades el Bachillerato, llegan a la selectividad con más confianza, aunque puede pasar de todo.
Jimena de la Rosa, estudiante de 2.º de Bachillerato en el Colegio Santo Domingo Savio de Madrid, cuenta que empezó primero de Bachillerato de forma semipresencial, yendo días alternos a clase y conectándose online el resto de días. “Afortunadamente este curso ha sido presencial y sí que se nota una mejora porque las clases son más dinámicas, y la enseñanza es más personal y menos fría”.
Para Elena López Álvarez, profesora de Bachillerato en Salesianos Triana, señala que estos dos años de preparación para la selectividad, “han sido de mucho esfuerzo y constancia para que los alumnos estén lo mejor preparados posible”. “Los aspectos que más han trabajado han sido el razonamiento, para que sean capaces de razonar cada pregunta, de ser independientes a la hora de afrontar la selectividad y sobre todo la madurez” explica.
La vuelta prácticamente a la normalidad durante este curso, tras la pandemia, ha sido un factor decisivo para el rendimiento académico de los alumnos y la labor de los docentes.
Algunos estudiantes llegan a la Evau con una incertidumbre añadida: ¿qué carrera elegir? Los departamentos de Orientación ayudan a los alumnos a despejar dudas y aclarar una decisión que marcará sus vidas. Pablo Viudes, orientador de Salesianos San Antonio Abad de Valencia explica que en los colegios salesianos se vive esta decisión desde el marco de la orientación vocacional, la misión, el impacto o la huella que vamos a dejar tras nuestro paso por el mundo y el propósito de Dios sobre nuestra vida. Este proceso implica varias áreas, la base es el autoconocimiento, la toma de conciencia de la propia identidad, valor, intereses y capacidad, y ayudarles a generar un proyecto de vida ilusionante y relevante. Y otra área es la elección de asignaturas, estudios y carreras, que se lleva a cabo mediante el acompañamiento de los educadores.
