Utrera inicia los trámites para conceder la medalla de oro de la ciudad a María Auxiliadora

27 abril 2022

La vinculación de los Salesianos en Utrera surge gracias a las preocupación social del ilustre prócer utrerano D. Diego María Santiago, Marqués de casa Ulloa, apoyado por el Cardenal de Sevilla, Mons. Llunch y Garriga. Ante la grave carencia de escuelas en que se encuentra la ciudad y la incultura de la mayoría de los niños, realizan toda suerte de diligencias ante Don Bosco, fundador de la Sociedad de San Francisco de Sales en Turín (Italia) para que establezca una de sus ya famosas obras existentes en Utrera. Hay que tener presente que en esas fechas existen en España solamente 20.113 escuelas. En Andalucía el índice de escolarización no llegaba al 1/12 de la población, y el 70% de los niños en edad escolar estaban en España sin escolarizar. Utrera , sin duda, no era ninguna excepción.

El miércoles, 16 de febrero de 1881, llegaron a la localidad sevillana en el tren procedente de Cádiz, los seis primeros hombres que Don Bosco manda a España. Aprenden la lengua del país y se adaptan a las costumbres locales. Y desde Utrera, se abren en magnífico abanico irradiando salesianidad por todos los ángulos de la Península Ibérica.

Desde aquella tarde fría y lluviosa de invierno hasta la actualidad los gestos que muestran las raíces salesianas de la ciudad son infinitos y a lo largo de esta primavera se han llevado a cabo dos anuncios que lo vuelven a llenar de significado.

El Ayuntamiento de Utrera anunció recientemente el inicio de los trámites correspondientes para otorgar la medalla de oro de la ciudad a María Auxiliadora. De esta forma se materializa un proyecto gestado doce meses atrás con motivo del 125º aniversario fundacional de la asociación que le rinde culto.

La cuestión será debatida en el pleno municipal tras la recepción del expediente con más de 2.000 firmas y adhesiones recogidas entre los devotos, entidades empresariales, comerciales, culturales y religiosas.

«Este apoyo pone de manifiesto la importancia que esta devoción tiene en el municipio y lo que representa para la localidad». Así lo expresaba José María Villalobos, alcalde de la ciudad, que expuso que la distinción «es oportuna por dos razones fundamentalmente. Por un lado, solo hay dos imágenes coronadas en nuestra ciudad, como son la Virgen de Consolación y María Auxiliadora; y, por otro lado, es la primera imagen de María Auxiliadora en nuestro país, siendo enviada por el propio San Juan Bosco. Además de la enorme obra social ligada de alguna manera a la familia salesiana (Oberti, ADS, Aldaba, Antiguos Alumnos,…)». 

Este petición cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales que conforman la corporación ya que María Auxiliadora es una de las devociones principales y más arraigadas de Utrera.

Fue el propio Don Bosco quien envió la imagen a esta comunidad en 1885, siendo la primera en la Península Ibérica y una de las primeras a nivel mundial. “Aquel curso llegó de Marsella (Francia) la estatua que desde entonces hasta nuestros tiempos ha presidido el desarrollo y los trabajos de la Familia Salesiana en Utrera, encendiendo la devoción a la Santísima Madre de Dios bajo la advocación de Auxiliadora de los cristianos en centenares de miles de alumnos quienes, después de haberse postrado a sus plantas durante los años de formación juvenil, la han llevado a sus hogares y la han tenido siempre en sus corazones como antorcha de fe inextinguible y égida segura en todos los eventos de la vida”, comparten las crónicas de la casa.

El informe del historiador municipal aclara que la advocación a María Auxiliadora en la localidad utrerana «arraigó con tal fuerza que hoy es considerada una de las más veneradas en el orbe católico. De ahí el reconocimiento que Utrera goza a nivel nacional e internacional al considerarse nuestra ciudad como foco desde donde irradió su devoción, propagada especialmente a través de la ingente cantidad de alumnos que han pasado por este colegio (de fuera y de dentro de la población) que suelen visitarla a lo largo del año, así como las frecuentes peregrinaciones que vienen de todos los destinos (incluido turistas extranjeros) que, sin duda, redundan en beneficio del nombre y la economía de Utrera».

El mismo informe continúa señalando que «la devoción a María Auxiliadora es clara y patente, como se manifiesta diariamente y de forma especial el día 24 de mayo que se celebra su solemnidad, y que se ve complementada con los cultos litúrgicos de la novena, la verbena y otras actividades, si bien el momento cumbre de la misma se alcanza con la procesión en la que el vecindario desde antiguo celebra de modo especial, motivo por el cual el Ayuntamiento múltiples veces ha declarado este día fiesta local».

Una plaza para don Juanjosé M. Gutiérrez Galeote

La noticia de la medalla a María Auxiliadora llega pocas semanas después de conocer la aprobación por parte de la Junta de Gobierno Local de conceder un espacio público a la memoria del salesiano a Juanjosé M. Gutiérrez Galeote.

Como ya se anunció en enero del año pasado, un año después de su fallecimiento, el espacio comprendido entre el callejón de la Fruta y calle El Coronil, será rotulado plaza Reverendo Juan José Gutiérrez Galeote. José María Villalobos, alcalde de Utrera, recuerda su entierro “como el más multitudinario de Utrera desde hace muchos años; y es que Juanjosé fue una persona realmente extraordinaria que te llenaba el alma cada vez que cruzabas con él dos palabras”.

Juanjosé gozó en vida de una gran popularidad, gracias a su incuestionable personalidad ganándose el cariño de todos aquellos que tuvieron la suerte de compartir momentos con él, simpático con un humor característico de su Cádiz natal, hiperactivo y cercano tuvo una intensa vida de entrega, en concreto más de 25 años al servicio de los demás. Era un sacerdote cofrade, que conocía las claves más profundas de la Semana Santa hasta el punto que estaba previsto que el año de su fallecimiento oficiase el Pregón de la Semana Santa de Utrera.

Como director fue tenaz, con dotes de mando y una enorme capacidad para organizar y activar la vida del centenario colegio de Utrera, entregándose a las causas más notables con altruismo, movido por el amor a los demás.

Su sorprendente muerte en el mes de enero del año 2020, cuando contaba con sólo 45 años de edad, conmocionó a toda la ciudad ya que Juan José dejó una profunda huella en todos los que le trataron.

Juanjosé nació en Cádiz capital, en el año 1975, y su vida y obra no se entiende sin la fuerte influencia de los Salesianos, en cuyo colegio entraría con 6 años, quedando vinculado de por vida. En 1989, en su ciudad natal comenzó el aspirantado y el 16 de agosto de 1993 profesó, tras lo cual comenzó a trabajar para la Congregación en los centros de Granada, Algeciras, Sevilla, La Palma de Condado, La Línea de la Concepción, Huelva, Alcalá de Guadaíra, Puebla de la Calzada y Utrera, ciudad a la que llegó en el año 2014 como director.

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