Sudán del Sur, diez años de guerra y hambre

8 julio 2021

“El 9 de julio de 2011 fue un día inolvidable para los más de 11 millones de sursudaneses. La gente estaba feliz y llena de esperanza por las calles”, explica George Shyjan, misionero salesiano que trabaja en Sudán del Sur. Hoy, toda esa alegría se ha convertido en esperanza resignada. “El país está tratando de sobreponerse a la guerra y a sus consecuencias. Poco a poco vemos que se construye alguna carretera, centros de salud… vemos a personas que cultivan sus campos o cifras como que el analfabetismo se ha reducido en casi un 10% en estos diez años”, añade Shyjan.

Pero, la realidad es que más de ocho millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. El 54% son niños y niñas y el 24% son mujeres. Además, hay casi cuatro millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares. “La mayoría de la población es analfabeta y no hay oportunidades de trabajo. El conflicto ha hecho que más del 65% de la población se encuentre en una grave inseguridad alimentaria y viva en la pobreza”, dice el salesiano.

Los misioneros salesianos siguen al lado de los más vulnerables y trabajando para que los niños, niñas y jóvenes tengan un futuro. “En nuestra misión en Gumbo viven más de 9.000 personas desplazadas a las que damos atención sanitaria y alimentos. Además, hemos abierto una escuela para esos niños y niñas”, cuenta Shyjan. “Pero además, en todo el país contamos con 12 escuelas primarias, tres de secundaria, dos centros de formación profesional y tres centros de salud. Y estamos con un gran proyecto de construcción de más de 100 escuelas por todo el país”, añade el misionero.

Más de ocho millones de personas necesitan ayuda para sobrevivir y casi cuatro millones han abandonado sus hogares por la violencia y el hambre.

“Creemos que la educación es un elemento fundamental para las transformación de este país y los jóvenes tienen que convertirse en verdaderos agentes de paz y de desarrollo”, explica Shyjan. Desde Misiones Salesianas, en este décimo aniversario, quieren renovar el compromiso con el futuro de Sudán del Sur y pedir a todos los actores, nacionales e internacionales, que hagan todos los esfuerzos posibles para conseguir una paz duradera que sea el inicio de un futuro esperanzador para el país.

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