ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO C – V DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

31 enero 2022

Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)

V DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO Ciclo C (Lc 5,1-11)

 

 

ORACIÓN

Creemos que estás en medio de nosotros, Padre, y en nuestro interior;

creemos que el Espíritu de tu Hijo nos impulsa.

Te pedimos que no dejamos de estar abiertos al Espíritu,

y que sepamos escuchar sus insinuaciones.

Que venga sobre nosotros tu Espíritu

que nos ayude a conocer más a tu Hijo

a través de la Palabra que ahora escucharemos.

(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN

  1. LEE…

¿Qué dice el texto?

Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (Lc 5,1-11)

En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca». Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, tu palabra, echaré las redes». Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Comentarios:

Lucas ha cambiado de lugar la llamada a los primeros discípulos, que en Marcos (Mc 1, 16-20) se encuentra antes de las primeras obras de Jesús. En Lucas esta llamada viene de su presentación en la sinagoga de Nazaret (Lc 4, 14-30) y de sus primeros signos (Lc 4, 31-44). De este modo se explica mejor la pronta respuesta de sus discípulos Es frecuente en la Biblia que antes de confiar una tarea importante a alguna persona, Dios se revele a través de un signo que manifiesta su poder. La pesca milagrosa prepara a los discípulos para seguir a Jesús. Pero además no debemos olvidar las dimensiones simbólicas de la pesca como signo de la misión cristiana. Sin embargo la disposición a esta misión exige un cambio en la misma concepción que se tiene de Jesús. En Pedro, prototipo de todos los creyentes que siguieron y siguen a Jesús, se opera este cambio expresado a través de la manera de dirigirse al Señor. Cuando éste le pide que eche las redes lo llama Maestro, un título de respeto. Pero al ver los resultados de la pesca reconoce en él al Señor, un título que la iglesia primitiva dirigía a Jesús resucitado. Su confesión de los pecados indica que ha dudado de Jesús y no se había dado cuenta hasta entonces de que en él actuaba el poder de Dios.

Hay, sin embargo, bastantes rasgos del relato que lo aproximan a la pesca milagrosa de Jn 21, 1-14. Tanto la confesión de fe de Pedro, como el hecho de caer a sus pies, parecen reflejar más bien las apariciones de Jesús resucitado. El relato evoca, por tanto, el momento de la rehabilitación del apóstol después de su traición. Es un ejemplo más de cómo las tradiciones pascuales penetran y actualizan los relatos que los evangelios sitúan en la vida de Jesús.

La expresión dejaron todo nos recuerda el tema lucano del desprendimiento, una actitud propia de todo discípulo en el seguimiento de Jesús (Lc 5, 28; 12 33; 18 22). Lucas nos expresa así que la generosidad en el desprendimiento debe ser uno de los signos distintivos de las comunidades y de los creyentes en Jesús.

  1. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

“Sólo confiado en tu Palabra, en tu fuerza, en tu seguridad… En esto consiste la misión”

“Hemos de operar el milagro en nosotros, en los llamados, en los vocacionados…., sólo dejando que se opere el milagro en mí.”

                 –       “Rema mar adentro”

                 –       “No temas”

  1. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

Se que quieres contar conmigo.

Déjame, Señor, contemplarte mientras

proclamas el reino de Dios a mi gente.

Te prestaré mi barca y mi vida, mi experiencia

y mi obediencia.

Contigo ni temeré adentrarme en aguas profundas,

ni gritarte mi pecado.

Me llamaras de nuevo y te seguiré donde me lleves.

  1. ACTÚA…

¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

  1. COMPARTE…

Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo. 

  1. DA GRACIAS…

Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

 

Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra.

Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo, Jesús,

y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.

 

Fuente Oración: Evangelio al dia 2021 Ed. CCS

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