LC 5,1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barca, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca». Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, tu palabra, echaré las redes». Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
En este fragmento del Evangelio Jesús anuncia a Simón Pedro y a sus compañeros que serán “pescadores de hombres”. Este anuncio de Jesús hace referencia a la misión evangelizadora de los cristianos, de ser discípulos de Cristo y anunciar su reino por todo el mundo. Es una llamada a vivir nuestra vida en clave vocacional y en nombre de Cristo.
– ¿Has sentido, intuido… alguna llamada de Dios?
– Esta llamada de Dios, ¿qué ha despertado en ti?
Del Salmo 27
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿de quién tendré miedo?
El Señor defiende mi vida,
¿quién me atemorizará?
Los malvados, mis enemigos,
se juntan para atacarme y destruirme;
pero ellos son los que tropiezan y caen.
Aunque un ejército me rodee,
mi corazón no tendrá miedo;
aunque se preparen para atacarme,
permaneceré tranquilo.
Nada que perder
Maná – Revolución de amor
http://www.youtube.com/watch?v=s09En4mzJSg
Ya me harté de estar aburrido,
no tengo más tiempo que perder,
me voy a largar en busca de un sueño,
de nuevo a empezar, un nuevo día vendrá.
Yo no sé que hay en el camino
pero lo tengo que cruzar,
si tropiezo y me caigo en el intento me paro otra vez,
no hay nada que perder…
No hay nada que perder,
tienen que entender que uno tiene que luchar,
no hay nada que temer,
en mi tengo que creer y nadie me va a parar.
La vida no son rosas
y a veces te puedes espinar.
Cuando sienta que tengo el mundo en mi contra
lucharé hasta el final, nadie me va a parar.
No hay nada que perder,…
Yo tengo que vivir, el tiempo es corto,
tengo valor y no temor, porque
yo creo en algo, yo tengo que soñar
así nadie me va a parar, así puedo volar.
No dudaré,
yo sé quien yo soy y hacia donde yo voy
oh, no dudaré,
si yo sigo a mi corazón, todo es posible.
No hay nada que perder…
no hay nada que temer, no hay nada que perder
nada, nada que temer, con valor,
lucharé por siempre. Sin temer, haré lo imposible.
lucharé por siempre, haré lo imposible.
… segueix la teva crida.
En la cançó es diu que no sabem el que ofereix el futur, però hem de creure en nosaltres i lluitar fins al final seguint el nostre camí.
No hem de tenir por del que diem i fem mentre seguim el camí correcte i que si així ho fem no passarà res.
Si segueixes el teu cor tot és possible.
Aleshores no tenim res a perdre, no tenim res a témer i hem de fer l’impossible perquè valem més que qualsevol altre cosa si el que ens proposem ho fem amb FE.
Extret de: http://www.pregaria.cat/index.php?sec=prock&op=2&id=338