EPN | CICLO B – XXVIII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

4 octubre 2021

Evangelio Mc 10,17-30

NARRADOR: En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:

JOVEN: Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para ganar la vida eterna?

NARRADOR: Jesús le respondió:

JESÚS: ¿Por qué me llamas bueno? Uno solo es bueno, y ése es Dios. Ya conoces los mandamientos: no matarás, no cometas adulterio, no robarás, ni dirás cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre”.

NARRADOR: El joven le contestó:

JOVEN: Maestro, todo esto lo he cumplido desde pequeño.

NARRADOR: Jesús lo miró, sintió cariño por él y le dijo:

JESÚS: Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme.

NARRADOR: A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

JESÚS: ¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!

NARRADOR: Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras.

DISCÍPULOS: ¿Qué quiere decirnos? A veces no lo entendemos bien.

NARRADOR: Pero Jesús añadió:

JESÚS: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.

NARRADOR: Ellos se espantaron y comentaban:

DISCÍPULOS: Entonces, ¿quién puede salvarse?

NARRADOR: Jesús se les quedó mirando y les dijo:                                                                                                                         

JESÚS: Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.

Per viure amb dignitat n’hi ha prou amb fer el bé i no el mal, és a dir, ser persones justes. Però per ser amic de Jesús, a més, cal renunciar a tot egoisme que ens porta a acumular riqueses i no compartir amb les persones que ho necessiten. Això li ho va explicar Jesús a un ric que li va preguntar què fer per ser feliç.

Señor Jesús, amigo entrañable.

Te pido que nada me satisfaga más que saberme instrumento

dócil, confiado, vivo y audaz.

Haz conmigo lo que quieras, como quieras… Jesús, amigo y Señor.

Es tiempo de que irrumpas en mí, y me cambies, me transformes,

me modeles, conforme a tu sueño…

Tu sueño es mi sueño… ¡Es nuestro sueño!

Vamos a jugar

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