MC 14,12-16.22-26
El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?». Él envió a dos discípulos diciéndoles: «Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa adonde entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?” Os enseñará una habitación grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí». Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua. Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo». Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron. Y les dijo: «Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vida hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios». Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos.
Cuatro reflexiones:
1.- PREPARATIVOS PARA LA CENA. Jesús indica cuando, como y donde tiene que preparar la cena Pascual. Los discípulos se encuentran una gran sala parada, con alfombrillas y cojines. Ellos además prepararan la cena. Sugiere que las cosas no se pueden improvisar y tenemos que estar predispuestos a los pequeños detalles y a los grandes momentos.
Preparativos… el camino, no improvisación, detalles…
¿Lo hacemos así nosotros?
2.- La ultima cena: HABIENDO DADO GRACIAS A DIOS…, Jesús tiene presente al Padre y le hace presente dando gracias.
¿Somos conscientes de Dios en nuestras vivencias y acciones? ¿Damos gracias?
3.- » OS ASEGURO QUE NO VOLVERÉ A BEBER DEL FRUTO DE LA VID HASTA EL DÍA EN QUE BEBA VINO NUEVO EN EL REINO DE DIOS…» Anuncia que es en el reino de Dios es donde se encuentra el vino nuevo.
El vino nuevo es en el reino de Dios… Vino de la cosecha del año, el vino nuevo del campesino es un vino elaborado exclusivamente a partir de variedades autóctonas cultivadas y obtenido con métodos propios. Este vino como un producto más de la tierra i el trabajo del campesino.
Yo vivo en el reino de Dios, allí donde estoy y con quienes me relaciono…
¿Cultivo y construyo reino? ¿Cómo lo hago?
4.- DESPUÉS DE CANTAR LOS SALMOS…
¿Comparto, rezo con el grupo?
Del Salmo 116
¿Cómo podré pagar al Señor
todo el bien que me ha hecho?
¡Levantaré la copa de la salvación
e invocaré su nombre!
Cumpliré mis promesas al Señor
en presencia de todo su pueblo.
El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo…
Carta de despedida a sus amigos
Atribuida a Gabriel García Márquez
«Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. ¡Escucharía cuando los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una
canción de Serrat seria la serenata que les ofrecería a la luna.
Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos… Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida… No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse!
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres… He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.»
Que cada uno mire qué puede hacer por los otros. No ayudaremos a mejorar nada si no nos implicamos de forma activa.