Evangelio Mt 28,16-20
NARRADOR: En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
DISCÍPULO 1: Aquí es donde habíamos quedado con Jesús, ¿verdad?
DISCÍPULO 2: ¡Sí! Ya hace casi 50 días que resucitó, seguro que quiere despedirse de nosotros.
DISCÍPULO 1: Sí, lo sé, pero me gustaría tanto que se quedara siempre con nosotros.
NARRADOR: Mientras decían esto entró Jesús. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
JESÚS: Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.
DISCÍPULO 2: ¿Qué quieres de nosotros?
JESÚS: Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado
DISCÍPULO 1: Pero… ¿Tú estarás con nosotros?
JESÚS: Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos.
Nosotros, los amigos de Jesús, sabemos, porque Él nos lo dijo, que Dios es su PADRE. Que Jesús estaba confiado en las manos de su Padre, porque era HIJO. Y entre los dos, Padre e Hijo, había un gran AMOR. Así los tres eran uno.
Padre, gracias por el gran Amor que nos das a todos sin distinción.
Señor, Jesucristo, gracias, por lo que nos enseñas, que me abre a todos mis hermanos.
Espíritu Santo, gracias por tus dones que me ayudan a ser testigo de la Trinidad
y a sentir que estáis presentes en mi vida diaria.
Vamos a jugar
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