Juan Bautista Peris Roig, director del colegio Salesianos San Juan Bosco de Valencia, ha sido elegido miembro de la junta rectora de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Enseñanza (AESECE) en su LXI asamblea general. Su presencia se une a la de José María Santos, director titular de Morón de la Frontera, y actual vicepresidente con once años en la asociación a sus espaldas.
Entre los objetivos de la asociación está el alcanzar, en colaboración con las Administraciones educativas, el máximo nivel en la educación y formación integral del alumnado que recibe las enseñanzas impartidas en las antiguas Secciones Filiales, hoy Centros homologados y, en general, en los Centros de Bachillerato de iniciativa social sostenidos con fondos públicos.
Las antiguas secciones filiales de Instituto nacieron en los últimos años 50, en la época en que España iniciaba su desarrollo económico tras la guerra civil y los difíciles años de la post-guerra. Y nacieron como consecuencia del éxodo migratorio del campo a las ciudades, en cuyas zonas suburbiales se estaban creando extensos núcleos de población. Las estructuras educativas del Estado se vieron desbordadas por el trasvase migratorio. La Administración, sin recursos para atender a la población escolar en esas zonas marginales, se vio obligada a buscar fórmulas de colaboración con la sociedad civil: poniendo en práctica el principio de subsidiariedad, tan propio de la doctrina social cristiana, solicitó la cooperación de Instituciones intermedias, tanto en el campo de los recursos humanos como en el de la financiación y construcción de nuevos centros educativos. Y diversas Instituciones, la mayoría eclesiales, plasmaron sus carismas en la satisfacción de perentorias necesidades sociales y religiosas de la población.
Estos Centros han sido un excelente instrumento para la extensión de los estudios de Bachillerato en zonas deprimidas de nuestro país; y que, después, han ido adaptándose a su evolución política, económica y educativa para acomodar su servicio a las demandas sociales y religiosas de la sociedad.
La existencia de las Filiales a lo largo de más de 40 años constituye un ejemplo espléndido de colaboración entre el Estado y la sociedad; es testimonio, además, de una labor que tiene acreditado un altísimo valor social por cuanto, excluyendo todo ánimo de lucro, estos centros han atendido, desde su origen, a una población escolar de estatus modesto en condiciones de práctica gratuidad; y, por último, ha proporcionado y proporciona un considerable ahorro de fondos públicos a la sociedad española, ofreciendo, simultáneamente, una educación de bajo coste y alta calidad.
Juan Bautista Peris Roig, agradece la confianza depositada en él y afirma que “quiere ayudar a poner en valor todo el trabajo que realizan las comunidades educativas de nuestros centros para transformar nuestra sociedad desde una vocación de servicio y educando bajo la perspectiva de la excelencia inclusiva”.