Por La Vanguardia
Las aulas pueden convertirse en laboratorios en los que no solamente aprender conceptos, sino en los que también investigar y crear innovaciones disruptivas.
Estudiantes de Grado Superior de Programación de la producción en fabricación mecánica de Salesians Sarrià han fabricado una mano articulada que puede acoplarse a los robots quirúrgicos y realizar operaciones sin la intervención directa del cirujano.
Para su fabricación, Pere Garriga y Arnau Sánchez, que cursaron el ciclo formativo de Grado Superior el curso pasado, llevaron a cabo un estudio sobre otros dispositivos similares que ya existían.
El proyecto, bautizado como HiBot, está pensado para realizar cirugías más complicadas y también para llevar a cabo otras operaciones dentro del campo médico. Esta mano articulada permite a los profesionales sanitarios realizar con garantías los procedimientos quirúrgicos en los que intervienen los robots médicos.
Dentro del ámbito de la medicina, HiBot también se puede utilizar en prótesis robotizadas, tecnologías de rehabilitación, robots asistenciales o en la distribución de medicamentos.
Además del sector médico, este proyecto puede integrarse en otros campos como en el ámbito militar en la desactivación de bombas, manipulación de materiales explosivos o tareas de rescate y en la industria química, nuclear o farmacéutica.
Estudiantes que ayudan a otros estudiantes
HiBot también puede usarse en la robótica educativa, en el aprendizaje de programación de niños y jóvenes.
“La idea principal es traer esta mano al sector de la educación, en el que los futuros programadores empezarían a hacer sus primeros programas muy simples; primero activarían el movimiento de un dedo y luego acabarían movilizando el resto”, apunta Garriga.
Los estudiantes podrán montar su propia mano articulada. “Somos conscientes de que la mecánica es algo muy importante. Por eso, la mano vendría desmontada con sus propios manuales para que los estudiantes la puedan montar”, añade Garriga.
“La mano funciona a través de un guante en el cual hay unos sensores de flexión, que cuando articulas la mano, envían una señal al Arduino, una placa que sirve para hacer más accesible el diseño de circuitos electrónicos y microcontroladores, haciendo que se muevan todos los dedos”, sentencia Sánchez.
El principal problema que detectaron es el elevado coste de fabricación, que se sitúa por encima de los 10.000€. Para conseguir llegar a más campos profesionales, los dos estudiantes han desarrollado HiBot manteniendo el aspecto y las funcionalidades de las manos articuladas ya existentes, pero a un precio de fabricación que no supera los 4.000 €.
Los alumnos de ciclo formativo de Grado superior de Diseño y edición de publicaciones impresas y multimedia de Salesians Sarrià también han colaborado en el desarrollo de HiBot con la creación del packaging del kit, el manual de montaje y toda la imagen corporativa. Se trata de un proyecto interdisciplinar entre dos departamentos de la escuela.