Por Salesianos Huesca
En una semana repleta de solidaridad y muchas actividades os compartimos el manifiesto realizado por el alumnado de Salesianos Huesca:
“A lo largo de una semana hemos estado reflexionando a través de muchas actividades sobre las personas mayores.
En todo el mundo estamos viviendo una situación muy difícil. La pandemia descontrolada de una nueva enfermedad, el COVID-19, está trayendo penalidades, muertes, y una crisis económica muy importante. Por otra parte, nuestras costumbres, tradiciones y forma de vida habitual se han visto sacudidas de una manera terrible.
Desde marzo vivimos en una situación de excepcionalidad y alerta. Estuvimos dos largos meses confinados en nuestras casas. Ahora tenemos otras restricciones en nuestra vida: no podemos estar todos los días en la Escuela, tenemos que guardar distancia unos de los otros, no podemos abrazarnos ni jugar ni hacer deportes competitivos; no podemos compartir las cosas para evitar infecciones, tenemos que lavarnos las manos muchas veces y en las aulas debemos estar mucho tiempo con las ventanas abiertas.
A todos nos está haciendo daño la pandemia. Pero, de una manera especial, esta situación hace mucho daño a nuestros ancianos, a nuestros abuelos. Nuestros abuelos y abuelas son muy importantes para nosotros. Nos cuidan, nos dan consejos, comparten mucho tiempo con nosotros, nos hacen partícipes de su experiencia y de su vida. Con ellos aprendemos mucho. Nos quieren de una forma muy especial y, con ellos, nos sentimos en buenas manos.
La pandemia se ha cebado especialmente en las personas mayores. Hasta la fecha se calcula que, de los 44.000 fallecidos oficialmente de COVID-19 en España, 22.000 han sido ancianos de más de 75 años, exactamente la mitad. Las Residencias de personas mayores han vivido brotes infecciosos terribles por más que el personal trabajador hayan dado lo mejor de sí mismos para evitarlo. Menos mal que los profesionales de la sanidad y de la geriatría se han desvivido por todos ellos.
Debido a esto las medidas de protección que debemos tomar todos son para ellos especialmente duras. Y nos hacemos preguntas:
¿Cómo pueden vivir los abuelos el sentimiento de no poder abrazar o besar a sus nietos para no contagiarse?
¿Cómo les puede afectar tener que ver a los nietos sólo en las pantallas digitales para protegerse de la infección?
¿Cómo pueden vivir la distancia, la lejanía y hasta el aislamiento de sus seres queridos para resguardarse del virus?
¿Cómo pueden vivir la ancianidad y toda su sabiduría sin compartirla con sus nietos para no enfermar?
Por eso nosotros queremos comunicar que:
Valoramos a nuestros abuelos y abuelas, a todas las personas mayores. Son fuente de sabiduría, de cariño y de ternura.
Agradecemos la vida de nuestras personas mayores porque con mucho sacrificio consiguieron una sociedad democrática y libre.
Nos añoramos también de su distancia y también nosotros lo pasamos mal porque nos gustaría estar cerca de ellos, abrazarles y escucharles.
Les necesitamos a nuestro lado para que sigan acompañándonos y orientándonos en un futuro que no va a ser fácil.
Vamos a seguir respetando, aunque nos duela, las recomendaciones sanitarias de distancia y de falta de contacto físico… y lo vamos a hacer por las personas mayores, porque les queremos, porque deseamos lo mejor para ellos, porque les necesitamos. Cuanto más obedientes seamos a estas normas, más rápido pasará todo.
En nombre de todo el personal de los salesianos de Huesca os decimos que ya queda menos para los encuentros, los abrazos, los besos, las risas y las lágrimas. El coronavirus nos hace daño… pero no podrá con lo mucho que queremos a nuestros mayores.
El único contagio que deseamos, y por el que nos vamos a esforzar, es el del reconocimiento, respeto y amor que queremos expresar hacia nuestros abuelos y nuestras personas mayores.
Os queremos. Por eso, pensando en vosotros, os enviamos estos besos”.