Por Salesianos Comunicación.
«El verano pasado y el inicio del curso escolar nos recuerdan que el mundo no se detiene. La labor educativa, evangelizadora y de acompañamiento personal que se realiza en nuestros centros juveniles sigue siendo necesaria, y en la situación de muchos de nuestros chicos, chicas y sus familias, además, es urgente», con estas palabras se invitaba desde la Delegación de Pastoral Juvenil a comenzar el nuevo curso con ilusión desde los Centros Juveniles. En un mensaje dirigido a los animadores, voluntarios, salesianos, responsables y personal técnico de los Centros Juveniles y Federaciones de la Inspectoría María Auxiliadora se destacaba que, tras un verano en el que recargar pilas, llega el momento de afrontar con esperanza y optimismo los grandes retos que plantean este curso 2020-2021. «Siempre hemos destacado la capacidad de adaptación y flexibilidad de los centros juveniles, y en estos momentos hay que demostrarlo con la creatividad que nos caracteriza». añaden Jordi Lleixà, delegado de Pastoral Juvenil, y Francisco J. Cánovas, coordinador inspectorial de Centros Juveniles.
La actividad de los más de 60 centros juveniles y federaciones, desarrollada en la Inspectoría salesiana a lo largo de ocho comunidades autónomas, se implanta con las diferentes medidas sanitarias y de seguridad de las autoridades en la batalla contra el Coronavirus. «En la puesta en marcha de las actividades es importante aprovechar las sinergias y coordinarse con el resto de grupos y ambientes de la casa salesiana, el COS o Consejo de la CEP es el foro adecuado para ello. Como hemos hecho en los lugares donde se han organizado actividades en verano, es imprescindible cumplir rigurosamente las instrucciones de las autoridades, especialmente en lo referente a las actividades reguladas, como suelen ser las que realizamos a través de nuestras entidades. Los responsables de Juventud de las comunidades autónomas y los ayuntamientos pueden orientarnos. Las normas y protocolos que se siguen para el inicio del curso en las escuelas de nuestros territorios nos pueden dar pistas para la redacción de nuestras propias normas de funcionamiento», explican sobre el contexto que marca este inicio de curso.
Desde la Delegación de Pastoral Juvenil, a través de la Comisión Inspectorial de Centros Juveniles se anima a reactivar las actividades con la calma y tranquilidad que se requiere en estos momentos. «No estamos acostumbrados a ralentizar el inicio de las actividades y los proyectos, pero este curso está claro que no podemos tener prisa. La reducción de los aforos, la disminución del número de participantes en las actividades, la supresión de eventos de gran convocatoria, las iniciativas online, los agrupamientos “burbuja” o de referencia, los fraccionamientos de los horarios y las inversiones en señalización y productos de limpieza son elementos que tenemos que integrar en nuestras planificaciones». explican.
«Contamos con la ilusión y el trabajo de tantísimas personas que forman parte de nuestros equipos de animadores para garantizar un entorno seguro a nuestros chavales. La Confederación de Centros Juveniles Don Bosco de España, las cinco federaciones de nuestra Inspectoría y la Comisión Inspectorial de Centros Juveniles son herramientas que están al servicio de los centros juveniles para lo que se pueda necesitar», añaden sobre la estructura que aporta soporte a las realidades locales.
«Hay otra ayuda inestimable con la que podemos contar. A María Auxiliadora confiamos nuestra labor educativa y evangelizadora. A Ella, que orientó la vida y la acción de Don Bosco, especialmente en los momentos de mayor dificultad, acudimos para que bendiga y proteja a nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y animadores que dan vida a nuestros centros juveniles y federaciones», concluyen en su mensaje.
La Inspectoría Salesiana María Auxiliadora cuenta actualmente con 5 Federaciones que actúan en 8 Comunidades Autónomas y que, a su vez, integran a 62 Centros Juveniles. Contamos con el trabajo de cerca de 1750 animadores que atienden aproximadamente a 15300 beneficiarios en diversos programas y acciones.
La oferta de una Propuesta Educativa concreta ayuda a identificar los ejes fundamentales de la acción educativa salesiana en nuestros oratorios y centros juveniles.
Las manifestaciones de la cultura actual se configuran, de forma rotunda, a través del tiempo libre, y en torno a él, se organiza la vida personal y social. Especialmente los jóvenes encuentran en el tiempo libre y el ocio una oportunidad de autorrealización, y es expresión de su identidad personal.
En los Centros Juveniles salesianos se ha trabajado desde 1991 por configurar acertadamente los Oratorios y Centros Juveniles, como verdaderas estructuras de educación en el tiempo libre, de amplia convocatoria, capaces de interesar a los jóvenes y de implicarles en el desarrollo de su propio crecimiento personal.
En este camino ha sido de gran ayuda y estímulo, la Propuesta Educativa de los Oratorios y Centros Juveniles Salesianos, que desde su publicación en marzo de 1988 ha favorecido un proceso de convergencia entre las diversas realidades de Oratorios y Centros Juveniles distribuidas por todo el territorio.