Por Misiones Salesianas
El presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, que dirige el gobierno desde el 2013, renunció y disolvió el Parlamento tras el golpe de estado guiado por el coronel del ejército, Assimi Goita. En una nota de prensa, “Misiones Salesianas” de la Procura Misionera de Madrid, señala que los salesianos de Malí afirmaron que están bien y viven con serenidad los últimos eventos que se están verificando en el país.
“En Bamako, como en Sikasso y Touba, estamos tranquilos”, explica uno de los misioneros salesianos que trabaja en Bamako. Entretanto añadió que “todas las actividades han cesado después de la revuelta militar”.
“Muchas personas salieron a las calles en la ciudad durante los primeros momentos, para apoyar a los militares. Pero por la tarde fue instituido el estado de queda desde las 21 horas hasta las 5 de la mañana”, señalan los salesianos.
“Hoy los misioneros nos dicen que Bamako se ha vuelto una ciudad fantasma. No hay personas por las calles. Las escuelas están cerradas, como los negocios, bancos y administraciones… Todo se ha detenido tras la larga jornada de ayer”, ha explicado Ana Muñoz, portavoz de “Misiones Salesianas”.
Los misioneros de Don Bosco presentes en Malí añadieron que ahora temen las consecuencias de este revuelta. Los cierres impuestos después de los desórdenes pueden tener graves repercusiones. “Las fronteras cerradas a causa del covid-19 habían sido recién abiertas y ahora estamos preocupados por el aumento de los precios, de los productos de primera necesidad y del carburante”, precisan desde Malí.
Este país vive desde hace años una gran inseguridad a causa de los ataques de los grupos yihadistas, en el norte del país, a lo que se suman las tensiones políticas de los últimos meses. “Una parte de la población pedía las dimisiones del presidente Keita y ya al inicio de julio se registraron graves enfrentamientos, con desórdenes durante los cuales perdieron la vida al menos 10 personas”, añade Muñoz.
Los misioneros salesianos trabajan en el Malí desde 1982, apoyando a los jóvenes más vulnerables. Hoy hay escuelas de formación profesional y escuelas secundarias en las ciudades de Bamako, Sikasso e Touba. “Misiones Salesianas” en este momento ha solicitado el diálogo de todas las partes, para evitar graves desórdenes que lleven a inútiles derramamientos de sangre y manifiesta su deseo de que “todo vuelva lo más rápido posible al orden normal y constitucional”.