Las campañas del Kilo se han cerrado un año más con satisfacción no sólo por la cantidad de alimentos recogidos sino por la participación e implicación de los alumnos y la comunidad educativa en general. En Salesianos El Campello recuerdan que la campaña del kilo quiere ser un recurso que nos ayude a no olvidar la misión encomendada por lo jóvenes, sobre todo los más pobres, y sus familias, sin distinción. Por eso, además de recoger alimentos se trata de que estas acciones logren desarrollar actitudes solidarias en la comunidad educativa. Para ello se programan diversas actividades alrededor de la campaña, por ejemplo mesas redondas, charlas, Buenos Días especiales, etc, así como todo un trabajo previo con representantes de los diferentes grupos solidarios y entidades que participan en la recogida y reparto de los alimentos entre las familias que más lo necesitan.
En Salesianos Alicante, los chicos y chicas que cursan el 4º C de ESO visitaron el piso de emancipación Don Bosco, Cáritas y la Asociación Vínculos Infantiles. Los alumnos de 1º de bachillerato vivieron una emotiva jornada visitando ACOMAR para repartir con los más necesitados comida y regalos y también para recibir el solidario y aleccionador testimonio de los que allí les recibieron.
En Cabezo de Torres los alumnos de sexto de Primaria visitaron las instalaciones de Cáritas Parroquial de la localidad. Allí, voluntarias de la entidad les explicaron cómo atendían a las familias que acudían a ellos para pedir asesoramiento, formación y/o alimentos.
En Salesianos San Juan Bosco de Valencia los alumnos de 1º Bachillerato B entregaron alimentos y enseres de aseo, que se recogieron durante la campaña Kilo Solidario para el Proyecto Rehoboth (centro de acogida para las personas sin hogar).
Son ya muchos años poniendo en práctica esta campaña en la que se busca sumar. En Salesianos Burriana, una de las casa más veteranas en la campaña del Kilo, llevan realizándola desde 1988, participaron 600 voluntarios. Una iniciativa organizada por el Centro Juvenil Porta Oberta y Cáritas Burriana -con la colaboración del Ayuntamiento-, y en la que niños y jóvenes llaman timbre por timbre a todos los hogares para pedir su colaboración en forma de alimentos envasados. Este año ampliaron el radio de acción de la campaña con nuevos mapas de distribución de zonas, con el fin de abarcar algunos lugares a los que no llegaba la recogida; y se intensificó la difusión de la iniciativa a través de las redes sociales, whatsapp y mediante cartelería, con el fin de llegar al máximo número de vecinos e incrementar así la cantidad recogida en años anteriores, en torno a los 7.000 kilos.
En esta localidad castellonense realizan todo un despliegue logístico perfectamente organizado: la campaña del Kilo reunió a más de 500 niños y jóvenes de Porta Oberta, 70 monitores de la asociación, 40 colaboradores y antiguos monitores, todos debidamente identificados; y contó con el apoyo de 25 vehículos para trasladar todos los alimentos a la residencia de Cáritas, donde los voluntarios de esta asociación los clasificaban para elaborar posteriormente los lotes de productos a repartir entre unas 300 familias.
En distintas casas salesianas la acción solidaria sale de las aulas y recorre las calles, como en Burriana pero también en Salesianos Cartagena donde se recogieron algo más de 2.700 kilos de alimentos por las calles de Los Dolores, El Bohío, Hispanoamérica y Polígono Santa Ana. Es el segundo año que, bajo la coordinación de las tres agrupaciones de Cáritas de las parroquias de Los Dolores, participan cerca de 300 voluntarios entre niños, jóvenes y adultos del colegio San Juan Bosco, del grupo Scout Boscos 200, del Centro Juvenil Áncora, Alraso y los jóvenes de las parroquias de Santa Ana y María Auxiliadora.
Una vez recogidos los alimentos también es importante que los jóvenes participen en la preparación de los lotes y en el reparto. Por ejemplo, en Salesianos San Antonio Abad de Valencia los dias de recogida, se queda con los chicos y las chicas de la Colla de la Campanya del kilo para que ayuden a llevar los alimentos a la antigua portería y a cargar la furgoneta del Economato.
De manera más visible, el reparto salió a la calle a través de una gran cadena humana que llegaba hasta la sede de Cáritas como en Salesianos San Vicente Ferrer de Alcoy o Cabezo de Torres.
La implicación de alumnos, profesores, madres y padres es fundamental y la clave del éxito. En Alcoy en Salesianos Juan XXIII, en esta edición se han recogido un buen número de bolsas de alimentos y productos de primera necesidad gracias a la colaboración de la mayor parte de alumnos de todas las etapas del colegio, profesores, AMPAS y toda la comunidad educativa en general que se ha implicado en la animación y sensibilización de la campaña.
En Salesianos Elche, el Colegio San Rafael apoyó con la campaña del Kilo la tarea del voluntariado de Cáritas Elche, de la Casa Mamá Margarita, del Secretariado diocesano de Pastoral Penitenciaria (voluntariado en Prisiones) y también como ayuda fraterna para la comunidad de Hermanas Clarisas de la ciudad.
En Salesianos Ibi, el centro animó a cada clase para que aportara un alimento según las necesidades que les comunicaron desde Caritas para estas fechas. De esta manera trataron de responder mejor a la demanda de alimentos por parte de las personas necesitadas.
En Villena la campaña también fue todo un éxito. Los niños y niñas de Salesianos Villena, de todas las etapas educativas, colaboraron generosamente con la campaña de recogida de alimentos y de productos de higiene y limpieza para Cáritas. Tuvieron que que comenzar a empaquetar los productos recogidos antes de finalizar la campaña porque los puntos de recogida se vieron desbordados debido a la gran participación.
En Salesianos Zaragoza participaron desde infantil hasta ciclos formativos. Todos los alumnos colaboraron con diferentes y multitud de alimentos, para hacer a muchas familias más llevaderas estas navidades. Los alumnos de secundaria y ciclos formativos dedicaron parte de su tiempo en organizar todos los alimentos de las secciones de secundaria, bachillerato y ciclos, para preparar un total de 13 lotes, algunos se llevaron directamente a las familias, otros a la parroquia y una parte al Refugio.