En Roma, del 18 al 21 de noviembre, tuvo lugar el Congreso Mundial de la Educación Católica, organizado por la Congregación para la Educación Católica y la OIEC (Oficina Internacional de Educación Católica) con motivo del quincuagésimo aniversario de la Declaración del Concilio Vaticano II Gravissimum educationis y el vigésimo quinto aniversario de la Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae. Los contenidos de las ponencias, testimonios y comunicaciones han desarrollado el lema del congreso: “Educar hoy y mañana. Una pasión que se renueva”.
La Congregación para la Educación Católica, consciente de la importancia de la educación y de la contribución que la comunidad cristiana está llamada a ofrecer en esta situación de emergencia educativa, ha querido relanzar, a través de este congreso, el compromiso de la Iglesia en el campo educativo. Los centros educativos católicos no sólo son “dispensadores de competencias”, sino que, por su misma naturaleza, se caracterizan por ser lugares de encuentro, de diálogo y de crecimiento mutuo en un proceso de educación para la vida que se abre a los demás en la óptica del bien común.
En el desarrollo del congreso ha estado muy presente este punto de partida que a partir de los datos recibidos como contribución al instrumentus laboris que se había preparado, se ha organizado en torno a cuatro grandes focos: la identidad y la misión de las instituciones católicas, los sujetos de la educación, la formación de formadores y los desafíos/perspectivas para el futuro. El congreso concluyó el sábado, 21, en el Aula Pablo VI, con la participación del Papa Francisco que decía a los educadores católicos que “no se pude hablar de educación católica, sin hablar de humanidad”.
La representación salesiana de los diversos continentes, tanto de salesianos como hijas de María Auxiliadora, cooperadores y profesores de los colegios salesianos, ha sido importante. También en el conjunto de los ponentes hubo la participación de tres representantes salesianos, en el campo de la formación de directivos, el “couching” educativo y red de escuelas en América latina.
Pedro Yedra, director del Colegio salesiano de La Cuesta, acudió a este evento mundial del que se sacan las primeras conclusiones sobre el intercambio de experiencias. "La gran riqueza es encontrarte con gente de los cinco continentes. Conocer las distintas realidades o la represión que viven muchas entidades educativas por parte de sus gobiernos es algo que debe abrirnos los ojos. A veces no somos conscientes de la autonomía que tenemos a nivel político y no sabemos sacarle todo su provecho". Sobre lo vivido el salesiano compartía a este medio la manera en la que aterrizar el congreso en las escuelas salesianas de España. "La clave está en el sentido de Iglesia, tenemos que redescubir nuestras raíces como escuela católica y además siendo verdad. Nosotros ofrecemos un ambiente de calidad, pero no podemos renunciar a lo que somos. El Evangelio, lo que realmente somos, es la mejor oferta posible".
Por su parte el salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, Provincial de la Inspectoría Santiago el Mayor, y Presidente de Escuelas Católicas en España, transmistía su visión sobre el encuentro en el que se hacompartido el sentido de la actividad educativa. "Han sido días intensos en los que se ha podido renovar la convicción de que la Educación Católica, arraigada en la profunda relación entre la experiencia de la fe y la misión educativa y fundamentada en una identidad ligada a sus orígenes y a lo mejor de su historia, está llamada a dar lo mejor de sí misma como respuesta a las profundas necesidades de vida, plenitud y sentido del hombre y la mujer de hoy", explicaba el salesiano.
