El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, visita la parroquia Salesiana de Alcoy

2 junio 2015

"Os digo a todos… adelante, sin temor y con oración, oración y oración a María Auxiliadora", con este mensaje el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, comenzó en su visita.

En primer lugar, fue recibido en la parroquia de San Juan de Ribera, San Juan Bosco y San Juan XXIII por los niños de Infantil y Primaria del colegio Salesianos Juan XXIII, que lo agasajaron con banderines elaborados para la ocasión y con el himno del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Además, los alumnos leyeron unas peticiones antes de que el cardenal les dedicase unas palabras. La recepción concluyó con el himno a María Auxiliadora.

Posteriormente, el arzobispo departió con los alumnos de Infantil, Primaria y de ESO del colegio Salesianos San Vicente Ferrer. Les animó a seguir esforzándose en sus estudios es este final de curso y les recomendó tener siempre presente el amor a María Auxiliadora.

El sábado por la mañana continuó la visita a la parroquia de San Juan de Ribera, San Juan Bosco y San Juan XXIII, jornada en la que se reunió con los grupos parroquiales (del Itinerario Diocesano de Evangelización –IDE-, catequistas, Cáritas, Consejo de Pastoral…). También conoció de primera mano el Proyecto de Apoyo Educativo Don Bosco (PAE). Y a continuación visitó el Centro Juvenil Pinardi y mantuvo un sencillo encuentro con algunos miembros de la Junta y varios animadores. Tras el encuentro con los enfermos de la parroquia, el purpurado comió con la comunidad salesiana en Alcoy.

Por la tarde, la inesperada aparición de la lluvia no fue obstáculo para que los feligreses acudieran a su cita anual con María Auxiliadora, si bien resultó necesario suspender el pasacalle y realizar la ofrenda de flores con músicos en el interior de la parroquia de San Juan de Ribera, San Juan Bosco y San Juan XXIII.

La celebración estuvo presidida por el Arzobispo Antonio Cañizares quien durante la homilía instó a la renovación: "El cambio que necesitamos es apoyar nuestras vidas en Dios. El hombre debe ir a lo fundamental, al centro de todo, que es Dios. Cuanto más lo reconozcamos más grandes seremos nosotros. Debemos dar testimonio en la vida privada y en la pública, de que somos hijos de Dios; sin temor, sin miedo".

Los devotos, vecinos, niños que acababan de tomar su Primera Comunión, profesores, y salesianos, arroparon con su alegría y devoción la ofrenda y la posterior eucaristía.
Concluida la celebración tuvo lugar el tradicional y esperado sorteo de imágenes de María Auxiliadora y de Don Bosco, que mantuvo en vilo la ilusión de los presentes.

 

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