Más de 2.500 personas se manifestaron el pasado 7 de abril en las calles de Garissa en Kenia, la ciudad donde el pasado jueves un ataque terrorista en un campus universitario costó la vida de al menos 148 estudiantes asesinados, en su mayoría cristianos. El evento contó con la presencia de musulmanes y cristianos, unidos y solidarios contra el terrorismo.
Otro desfile, que reunió a cientos de estudiantes, tuvo lugar en Nairobi, en memoria de las víctimas de la masacre de la universidad. En la capital, los manifestantes gritaron consignas contra los terroristas y se detuvieron frente al palacio presidencial pidiendo reparaciones para las familias de los estudiantes masacrados, la construcción de un memorial para las víctimas y una mayor seguridad en las universidades y en todo el país contra la amenaza terrorista.
"Nosotros podremos ser los próximos – dijo un estudiante de 22 años de la Universidad de Moi -. Estas personas pueden atacar en cualquier lugar, y nosotros no nos sentimos seguros".