Narciso Soto y Alma Tejedor son dos alumnos del colegio Salesiano de Algeciras y han pasado la criba final del certamen científico Becas Europa, una iniciativa promovida por el Banco Santander y la Universidad de Francisco de Vitoria para potenciar el talento, premiar la excelencia y apoyar la creación de redes de liderazgo.
Tienen 17 años y son estudiantes de Segundo de Bachillerato. Ambos además han tenido como profesora a Ana Villaescusa, por la que sienten más que pasión, porque, los dos tienen la sensación de que le deben mucho a esa mujer que ha enseñado a muchos chavales que la ciencia es divertida y mucho más la investigación.
Con ella como tutora se inscribieron el curso pasado en el certamen y fueron seleccionados junto a otros 2.998 estudiantes de Bachillerato del territorio español. Tres mil en total que desarrollaron programas de investigación. Narciso optó por un dispositivo informático para mejorar el bastón de las personas ciegas; Alma por un ensayo sobre el Alzheimer.
Y empezaron a trabajar y pasaron las diferentes cribas hasta que el pasado fin de semana estuvieron incluidos entre trescientos estudiantes más brillantes de toda España que compiten por una de las 50 Becas Europa que otorgan la Universidad las principales capitales universitarias europeas. Son 167 chicas y 133 chicos que cuentan con una nota media de Bachillerato de 9,17, un alto rendimiento académico e inquietudes culturales y sociales.
El viaje se desarrollará durante tres semanas en el próximo mes de julio y y recorrerá ciudades como Alcalá de Henares, Roma Bolonia, Cambridge, Londres, Oxford, Paris, y Heldelberg, donde participarán encuentros con profesionales líderes en su campo, asistirán a conferencias y conocerán a las máximas autoridades de cada una de las instituciones a las que acudan.
Alma asegura que haber llegado a la final es para ella todo un éxito. Cuando que haber llegado a la final es para ella todo un éxito. Cuando termine este curso y se examine de Selectividad quiere decidirse a estudiar Medicina o Biotecnología. Narciso también está satisfecho con lo logrado hasta el momento. Desea ganas, claro está, pero también ir a Madrid el próximo curso a iniciar la carrera que le lleve a ser ingeniero informático. Ambos disfrutan con la ciencia gracias a su profesora.