Los salesianos se establecieron en Sabadell cuando la ciudad se encontraba en plena expansión industrial y demográfica. En los años 40-50 Sabadell recibió miles de inmigrantes provenientes de todo el territorio español por motivos económicos a raíz de la industria textil, o bien, por razones políticas, evitando represalias políticas. La falta de vivienda para la clase obrera, conjuntamente con los bajos sueldos, los llevó a que muchos de estos recién llegados se instalaran en cuevas ubicadas en el talud del margen oeste del río Ripoll, o bien, en barriadas donde convivían en un piso de pocos metros cuadrados más de tres familias.
El empresario Josep García Planas, propietario de la empresa Artèxtil SA, proyectó hacer una obra social en beneficio de los trabajadores de su fábrica ya que era conocedor de que muchos de sus trabajadores vivían en las cuevas de Sant Oleguer o bien, en barrios periféricos con escaseces. Esta obra social tenía una filosofía muy clara que se resumió en cuatro palabras: fe, cultura, vivienda y diversión.
Las Salesianas y los Salesianos tendrán un papel clave en el desarrollo de esta filosofía, en la fe y la cultura con la construcción de una iglesia para la barriada y dos escuelas (una para niños y otra para niñas).
El hecho de desear que la formación fuera humana, cristiana y, a la vez, profesionalizadora, hizo confiar la dirección de la escuela en los Salesianos y las Salesianas. Ya en aquellos años, la Obra salesiana, y concretamente la Escuela Técnica de Sarrià, tenía gran renombre en el campo de la Formación Profesional. Pero quien hace que se decida definitivamente son los Monjes de Montserrat, que asesoraron inicialmente al empresario. Esta fue la clave para que García Planas reclamara a la congregación salesiana el formar parte del barrio.
Fue el propio arquitecto Santiago Casulleras y Forteza quien se dirige a Sarrià para hablar con el provincial Salesiano y transmitir la idea de trasladar una congregación en la ciudad de Sabadell.
La construcción de la barriada, de las escuelas y de la iglesia se iniciaron a principios de 1955, pero la llegada de la comunidad salesiana se hará esperar.
Ya construido el edificio de la comunidad femenina, hacia las 5 de la tarde del 23 de octubre de 1958 llegan las tres primeras Salesianas
Durante los primeros años de la presencia de las Hijas de Mª Auxiliadora en Sabadell, la iglesia y parroquia de Sant Oleguer estaba todavía en construcción, fue a finales de 1960 cuando se erige definitivamente.
La novedad del curso 1961/1962 es el inicio de la escuela de los Salesianos y la llegada de toda la comunidad, un total de 4 salesianos, encabezados por el director ya la vez rector parroquial Joan Santaulària.
El 29 de diciembre de 1966 la empresa Artèxtil cede las escuelas de Salesianos y Salesianas en las respectivas congregaciones. El móvil que impulsó García Planas a efectuar estas donaciones fue la de dotar al barrio de un medio autónomo de educación en su amplio sentido.
En verano de 1968 se inicia el Centro Juvenil de las Salesianas. Aunque las dos escuelas aún estaban separadas, los alumnos de los Salesianos se integraban con las chicas durante su tiempo libre. Paralelamente a la creación del Centro, se inicia un grupo vinculado a la escuela de los Salesianos. Años más tarde, con la colaboración de las dos comunidades se establece instaurar una única escuela con la cesión de la titularidad en los Salesianos. Esta unificación finalizará definitivamente en 1995.