Los 100 alumnos de 1º de Bachillerato presentan sus memorias y sus vídeos en un acto donde recibieron su certificado acreditativo y compartieron experiencias con una merienda. El clásico calor de las tardes de mayo fue el preámbulo para el acto de clausura de la edición 2018-19 del proyecto ApS de Filosofía que este año ha contado con la participación de 100 alumnos que a lo largo de 7 meses han contribuido en diferentes proyectos a hacer más tangible el lema del curso: Primero los últimos.
Muchos de los vídeos presentados fueron estimulantes y emotivos y evocaron el sueño de Don Bosco de ver a los jóvenes como protagonistas de su propio aprendizaje. 100 jóvenes haciendo 100 servicios durante varias semanas del curso ha sido de nuevo una forma ideal de formar “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Y qué mejor manera de expresarlo que recurriendo a algunas de sus conclusiones personales:
“Creo que esta experiencia es una buena oportunidad para crecer como persona y debería ser obligatoria para todos los alumnos de 1o de Bachillerato. (…) Creo que el colegio presenta este tipo de
iniciativas que hacen que no lo veas como una obligación sino como una actividad que te satisface y te
hace sentirte orgullosa por tu labor. Es gratificante ver que tu ayuda es útil y sobre todo que te ayuda a ti aportando valores que todavía no habían despertado. Gracias por esta experiencia”.
“Me he dado cuenta de que las personas somos muy diferentes, de que no todo el mundo tiene la misma situación o la misma suerte y que hay mucha gente cerca a la que podemos ayudar y no nos damos cuenta. He aprendido a ponerme en el lugar del otro. (…) Esta experiencia me ha ayudado a conocerme mejor y a mejorar como persona”.
“ApS no es un simple “pasatiempo” o una “obligación” para sacar más nota en Filosofía o para evitar leerte un libro, sino que es un lugar, una experiencia, una oportunidad para ayudar e, indirectamente, ser ayudado por todos esos niños que, aunque parezca mentira, te enseñan unos valores que te marcan”.