Durante la primera jornada del Capítulo Inspectorial, los 137 participantes presididos por el P. Inspector Ángel Asurmendi, estudiaron el “Informe del Inspector sobre el estado de la Inspectoría” y se implicaron en el estudio de la nueva identidad inspectorial.
No había tiempo que perder en esta segunda sesión del Capítulo: a las 10 de la mañana, la oración al Espíritu Santo abría la asamblea y a continuación, el P. Inspector tomaba la palabra para lanzar una consigna que resonaría con diversos ecos a lo largo de la jornada: “Es hora de mirar el horizonte.
La presentación del Informe fue sin duda el plato fuerte del día: es un documento extenso que los capitulares ya habían recibido y que Ángel comentó en dos partes: la primera sobre el conjunto de los hermanos y la misión pastoral compartida, y la segunda en la que Francisco José Pérez presentó lo más importante del informe sobre las delegaciones inspectoriales. Común denominador fue la buena salud espiritual y el buen ambiente de las comunidades, pero se constató que queda camino por construir identidad y unidad inspectorial. Terminada la exposición, siguió el estudio del documento en grupos y la formulación de impresiones y preguntas que se llevaron al aula para que el Inspector tratara sobre ellas en la segunda sesión.
Al mediodía, la comunidad capitular celebró la Eucaristía presidida por el joven obispo auxiliar de Barcelona, Antoni Vadell. Con un estilo cercano y familiar que gustó a todos, invitó a irradiar la presencia del Resucitado en la vida de cada salesiano y en la inspectoría.
La presentación del documento “Nueva identidad de la inspectoría” fue la estrella de la tarde. En una presentación muy inspirada, Ángel recordó que la construcción de la identidad es un proceso compartido que requiere decisiones valientes: “Nuestra inspectoría está necesitada de poda para crecer” y agregó: “Hay que vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza: estamos escribiendo el futuro” y sentenció: “Para ilusionarse con un proyecto no hay edad”.