Coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Migrante desde Salesianos España se comparte la reflexión sobre los datos abrumadores relacionados con una migración que se mueve por la necesidad de sobrevivir, que huye a costa de cualquier precio, incluso de su vida, y la importancia de erradicar el racismo y el odio al extranjero.
Algunos datos
Sin haber cerrado el año, según datos del Ministerio del Interior, España ha recibido un 129 % más de personas inmigrantes que en 2017. 2018 ha sido un año récord en llegada de pateras, un 165 % más que en 2017. Hasta el mes de octubre, el número de desaparecidos o fallecidos intentando alcanzar las costas españolas (420) ya duplicaba la cifra de muertes en todo 2017 (224).
Esta fecha debe servirnos para reflexionar sobre el reto que supone la migración y la responsabilidad que todos tenemos para hacer de este “fenómeno” una oportunidad para convertirnos en sociedades más abiertas y con valores basados en la solidaridad, la justicia y el respeto. Una sociedad que da respuesta al migrante, que acoge, protege, promueve e integra. (Mensaje del Papa Francisco en la jornada de Migrantes y Refugiados, el pasado mes de enero).
Como expresa António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas: “La migración es un poderoso motor del crecimiento económico. Permite que millones de personas busquen nuevas oportunidades, lo que beneficia por igual a las comunidades de origen y de destino”.
Los Salesianos, a través de sus Plataformas Sociales Salesianas, creemos que no solo como entidad cristiana en el deber de defender y reivindicar el cumplimiento de los derechos de las personas inmigrantes, sino que en el día a día, trabajando por la integración y la promoción de estos colectivos, constatamos la riqueza de la diversidad y el poder transformador de las oportunidades.
A través de proyectos específicos para la acogida integral de personas inmigrantes; o en los pisos de emancipación donde el 90 % son jóvenes llegados de fuera del país; o en los centros de día y proyectos de apoyo educativo en los que muchos menores, jóvenes y sus familias también son inmigrantes…. en todos y en cada uno de ellos hemos vivido historias de superación, les hemos acompañado en el empeño por salir adelante: aprender el idioma del país de acogida, formarse y buscar oportunidades laborales…son muchos testimonios, muchas vidas, muchos logros los que nos empujan a seguir luchando por lo que creemos: simplemente, en las personas.