La Fundación Ángel Tomás entra en el centro penitenciario de Picassent para facilitar los procesos de integración laboral y social de personas reclusas. Se trata de un nuevo proyecto, “Somos Parte: Inserción sociolaboral de personas reclusas en la Cárcel de Picassent”, que la entidad pondrá en marcha tras ser seleccionado en la Convocatoria de Inclusión Sociolaboral del Programa de Ayudas a Proyectos Sociales de la Obra Social ”la Caixa”.
La Fundación Ángel Tomás y la Obra Social ”la Caixa” han aunado conocimientos y recursos para la reinserción de las personas reclusas. En este ámbito, cada uno por su lado, cuenta con un largo recorrido.
Somos Parte es el programa de inserción sociolaboral que la Fundación Ángel Tomás desarrolla de manera transversal en todos los proyectos de la entidad, dirigido a jóvenes de entre 16 y 30 años. Con la iniciativa de Picassent, la entidad refuerza sus acciones sobre el colectivo de personas reclusas con las que ya trabaja el tema de las adicciones y la reinserción a través de Grupo Martes.
Por su parte, la Obra Social ”la Caixa”, en sus programas de pobreza y exclusión social, ofrece a los internos, a través del programa Reincorpora la oportunidad de construir un futuro diferente y plenamente integrado en la sociedad a través de itinerarios personalizados.
El programa de inserción sociolaboral pretende ser un elemento clave para la integración social de reclusos. Prestará una atención integral al proceso de inserción sociolaboral de reclusos del módulo 1 del Centro Penitenciario “Antoni Asunción Hernández” en la unidad de cumplimiento, mediante el fomento de la autonomía, procesos de formación y acompañamiento personalizado con estructuras adaptadas a sus necesidades.
“En el ámbito laboral, la población reclusa, una vez finaliza su condena, apenas encuentran oportunidades de desempeñar un trabajo. Están desorientadas y tienen escasos recursos personales y sociales para iniciar o retomar la búsqueda de empleo, es por ello que se busca la empleabilidad de este colectivo”, explica Nacho Beltrán director de la Fundación Ángel Tomás. “El haber estado en prisión perjudica la búsqueda de empleo y las expectativas de trabajo de los exreclusos, los estudios demuestran que aquellos reclusos que tienen buenas expectativas en el mercado de trabajo presentan una reincidencia menor respecto otros que mantienen bajas perspectivas de trabajo, reincidiendo más”, señala Beltrán.
Por todo ello, las metas del curso son mejorar las competencias de los usuarios para aumentar su probabilidad de encontrar trabajo en el mundo laboral y aumentar sus habilidades sociales. A través del desarrollo positivo basado en el fortalecimiento de las competencias y las habilidades que abarcan los tres ámbitos relevantes en el desarrollo y bienestar de la persona (personal, social y laboral).
La duración de este programa será de 10 meses, ya que es necesario que sea superior a 6 meses para ocasionar un cambio en la persona.