Hace treinta años que un grupo de antiguos alumnos del colegio salesiano de Teror (1955-1968) tenían la feliz idea de reunirse para recordar viejos tiempos y agradecer a los salesianos la educación recibida en su infancia. Aquel germen siguió consolidándose y ha logrado sortear las dificultades del tiempo, de las enfermedades y de las canas, de tal modo que se puede decir una cita obligada en cada otoño terorense es la de los antiguos alumnos de Don Bosco.
La fiesta de la Unión se celebró en primer lugar, con la ofrenda floral a Don Bosco en la plaza del Colegio Salesiano, junto a las dependencias municipales, que antaño fueran la sede de la escuela salesiana. A continuación, eucaristía y foto de familia en la basílica de la Virgen del Pino, para concluir («de la misa a la mesa»…) con un almuerzo de fraternidad en un conocido restaurante de la localidad.