Nuevo e importante paso hacia la fabricación de redes neuronales artificiales, sistemas que imitarían el funcionamiento del sistema nervioso humano. El grupo de investigación liderado por el investigador catalán Mario Lanza en la Universidad de Suzhou, en China, ha desarrollado unos dispositivos electrónicos capaces de emular parcialmente el comportamiento de las conexiones neuronales en el cerebro humano.
Las neuronas se comunican una con otra a través de las sinapsis. Se trata de conexiones que permiten o no el paso de los impulsos eléctricos. Por ello, modifican su resistencia al paso de estos impulsos para que el mensaje se transmita o no.
Del mismo modo, hay unos dispositivos electrónicos que pueden cambiar su resistencia e imitar esta forma de transmisión del mensaje. Se llaman Memristors. Fueron propuestos de forma teórica en 1971 y el primero fue fabricado en 2008. Tienen una calidad que los hace muy interesantes: su resistencia depende de la corriente que haya pasado anteriormente por el dispositivo. En cierto modo, tienen memoria sobre la carga eléctrica que ha pasado.
El problema hasta ahora residía en el hecho de que los Memristors fabricados con materiales tradicionales, tales como metales y óxidos, no emulaban bastante bien el comportamiento de una sinapsis para que los cambios de resistividad se producían de forma brusca. En una sinapsis, este cambio es más progresivo y depende del tiempo de relajación.
Los Memristors desarrollados por Lanza, descritos en la revista Nature Electronics, muestran, por primera vez, una relajación muy progresiva, estable y repetitiva.
El avance ha sido posible gracias a la introducción de materiales bidimensionales, como el nitruro de boro multicapa con estructura hexagonal, también llamado grafeno blanco.
Se trata de un paso muy importante para la fabricación de redes neuronales artificiales, unas estructuras computacionales imprescindibles para el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial avanzados.
Mario Lanza, antiguo alumno de la ‘Escuela Universitaria Salesiana de Sarrià, llegó en 2009 a la Universidad de Pekín para hacer una estancia de investigación predoctoral. Tras constatar las grandes oportunidades de financiación para la investigación en China, decidió quedarse.
Actualmente lidera un grupo de investigación, el LanzaLab, con 19 personas. Se ocupa del diseño, fabricación y caracterización de la próxima generación de dispositivos electrónicos. Es miembro cofundador de la Red de investigadores Españoles en la China. Para Lanza, el país asiático ofrece muchas posibilidades a los investigadores:
"Ahora mismo, China es un paraíso para jóvenes investigadores ambiciosos porque hay muchas oportunidades de financiación a la investigación, especialmente en el campo de las ciencias naturales e ingenierías. Conozco muchos investigadores altamente cualificados que ocupan plazas muy limitadas en las universidades catalanas , y que tienen un currículum suficiente para obtener una plaza de líder de grupo muy bien remunerada y con apoyo abundante en universidades chinas. "
Lanza destaca que "en China la vida ha mejorado muchísimo en los últimos seis años, y queda igual de lejos que los Estados Unidos".
