En las últimas horas se ha hecho oficial la llegada del barco Aquarius al puerto de València y, con él, las 629 personas que viajan en su interior.
Desde la Federación Don Bosco, entendemos que es nuestra obligación, nuestra identidad y nuestra verdadera vocación dar respuesta a este tipo de situaciones. No podemos cerrar los ojos ante personas que lo están pasando mal y piden rescate para poder seguir viviendo en condiciones dignas.
Como entidad salesiana no conocemos otra forma de actuar que no sea en pro de la vida, del apoyo humanitario y de la solidaridad. Los voluntarios y voluntarias de nuestras entidades se muestran abiertos a buscar la inclusión de toda persona que requiera de nuestra ayuda, sin hacer alusión a fronteras ni barreras. Así, ponemos nuestro esfuerzo en hacer que el tiempo libre sea un espacio educativo e inclusivo y que ello se extienda, no solo a esas 629 personas, sino a todas aquellas que se encuentran en estos momentos en centros de acogida, centros de menores, etc.
Por todo ello, nos sumamos al resto de entidades que buscan, como nosotros y nosotras, ofrecer sus posibles recursos para ayudar a estas personas a superar las difíciles barreras que se les imponen en su integración social. Así, la Federación Don Bosco expresa su clara intención de dar respuesta a cualquier petición de ayuda que se lance desde las instituciones correspondientes.