No es una distopía, sino el uso acertado de la tecnología como recurso educativo. Enroyecto gl el colegio Salesiano de Alcalá han hecho de los robots una fórmula alternativa a las tradicionales pizarras y de los móviles un aliado para el aprendizaje en lugar de un elemento de distracción.
Este colegio ha puesto en marcha un proyecto global para mejorar la calidad educativa con el nombre de «Mi colegio 2020». Se trata de aprovechar los nuevos recursos. Uno de ellos son los robots que ya han llegado a muchas de sus aulas y que seguirán implantándose en los próximos cursos.
Para los más pequeños, los alumnos de Educación Infantil, los robots son unas abejas bee-bot. Sobre ellas hay varios comandos que se pueden programar para darles instrucciones. Los niños a partir de tres años aprenden a darles órdenes con ellos para que se muevan por un tablero agrupando elementos o señalando las palabras que responden a una traducción de idiomas.
Para los más grandes, desde segundo de Primaria hasta Secundaria los robots son más complejos. Se basan en la tecnología que ofrece Lego. Son cajas con piezas para montar máquinas y dispositivos a los que se pueden incorporar sensores, motores o paneles solares. Los alumnos crean sus propios robots y los programan en el ordenador para que hagan aquellas funciones que les piden. Así hasta cuarto de secundaria donde el reto está en la participación cada año en la First Lego League, un desafío internacional para diseñar, construir, probar y programar robots con la tecnología Lego.