Fallece el salesiano sacerdote Vicent Peris Guanter

1 junio 2018

Desde la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora se comunica el fallecimiento del salesiano sacerdote Vicent Peris Guanter de la comunidad de Valencia-San Juan Bosco. Acontenció hacia las 23:00 del jueves 31 de mayo. Vicent había sido intervenido quirúrgicamente el pasado miércoles, se encontraba muy débil y no ha podido superar una crisis cardíaca que le ha sobrevenido. Tenía 72 años de edad y había cumplido los 51 de salesiano y los 41 de sacerdote.

La Eucaristía, en su despedida, será celebrada el sábado 2 de junio, a las 11:00, en la Parroquia de María Auxiliadora de Valencia. A continuación, sus restos mortales serán trasladados a Bonrepòs, en cuya parroquia se oficiarà un responso, y después, serán enterrados, junto a los de sus padres, en el cementerio de esta localidad valenciana. La capilla ardiente podrá ser visitada en dicha parroquia, en la capilla donde Vicent confesaba, desde la 19:00 del viernes 1.

Vicent nació en Bonrepòs (Valencia), el 18 de febrero de 1946. Después de unos cursos de aspirantado en Cabezo de Torres y en Villena (1961-65), hizo el noviciado en Godelleta, donde profesó el 16 de agosto 1966. Fue destinado a la comunidad de Cuenca, y allí trabajó como maestro y asistente en el Colegio (1966-72) y estudió la filosofia y la teología en el seminario de esa diócesis (1972-77).  Recibió la ordenación sacerdotal en Cuenca, el 26 de diciembre de 1976.

Su labor pastoral,  después de sus años en Cuenca, la ha realizado en Valencia-San Juan Bosco, desde 1977 hasta su fallecimiento.  

Vicent será recordado como salesiano ejemplar, educador de generaciones de niños y de jóvenes, siempre sacerdote, cercano y comprometido con los ancianos, con los enfermos y con quienes sufrieran por algun motivo. Para todos ellos, Vicent fue su servidor sensible, atento y entregado.

Damos gracias a Dios por Vicent Peris, y pedimos al Señor Resucitado que lo reciba con ternura entre todos aquellos que han entregado su vida a la misión salesiana. Y que María Auxiliadora, a la que tanto amó, lo acoja con el cariño de Buena Madre del cielo.

Descanse en paz.
 

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