Maria Àngels Pavón es psicopedagoga y responsable del Servicio de Asesoramiento Psicopedagógico (SAPP) en Salesianos Sant Vicenç dels Horts. Y por lo tanto, es una de las personas que mejor conocen todo el proceso de seguimiento y orientación que se lleva a cabo en la escuela. A continuación podéis escuchar la entrevista en Salesians Radio en formato PodCast (o bien leerla a continuación) en la que se explica cómo conseguir reducir la tasa de abandono escolar al mínimo.
¿Qué es el SAPP? Y, ¿cuáles son sus tareas principales?
Es el Servicio de Asesoramiento Psicopedagógico. Tiene este nombre tan característico de las escuelas salesianas porque nuestro servicio es un poco diferente de lo que hacen otros psicopedagogos en otros centros. Nuestra idea es que el SAPP sea un servicio que esté asesorando las personas que están llevando el trabajo educativo en primera persona: los tutores, los profesores, los equipos directivos…
Trabajamos con las familias y sus hijos de manera que, no únicamente intervenimos con un alumno de manera individualizada, sino que entendemos que es todo el sistema que acompaña su desarrollo. No tiene sentido la intervención clínica individual sino contribuye a hacer de la escuela entera un entorno orientador y educativo. Es un modelo más amplio, más pedagógico que clínico, más preventivo que no terapéutico. Sin embargo, es cierto que a veces toca intervenir individualmente.
¿Es un acompañamiento más que un servicio de emergencias?
Exacto. Justamente. El trabajo que hacemos en el día a día lo facilita ya que estamos en todas las estructuras que afectan al funcionamiento de la escuela: los equipos directivos, los equipos de coordinación, reuniones de tutores, en las comisiones de atención a la diversidad, en las reuniones con las familias… Lo hacemos todo en equipo, no vamos solos y eso es muy interesante.
¿Cuántos años hace que estás en Salesianos Sant Vicenç dels Horts?
Ahora ya son 12.
¡Muchos! Supongo que en este tiempo has podido ver una evolución de este servicio que describimos. ¿Qué ha sucedido a lo largo de estos 12 años que ha contribuido a reducir el abandono escolar?
Cuando empecé a trabajar en la escuela ya me encontré una base psicopedagógica muy hecha, muy trabajada. Tuve suerte de no tener que empezar de cero, ya había un modelo iniciado en que se valoraba mucho la orientación, donde el tutor era y es el eje de la escuela … Por lo tanto, los cambios que yo he vivido han consistido sobre todo en dar nuevas respuestas a nuevos retos. Ha habido muchos cambios en 12 años, se podría decir que hemos tenido dos generaciones de alumnos diferentes.
¿Dos generaciones?
Esto se nos dice por parte de sociólogos y expertos. Uno de los cambios cruciales que ha habido es el acceso a nuevas tecnologías. Hace 12 años no había WhatsApp y esto ha llevado a que buena parte de mi trabajo con alumnos, padres y profesores consista en ayudarles a emplear estas nuevas herramientas que por un lado han facilitado muchas cosas pero por otro las han dificultado.
Otro cambio gira en torno a la salud mental. Hay muchos estudios que apuntan un aumento, especialmente en nuestra zona, de problemas relacionados con la salud mental: ansiedad, depresiones, trastornos de conducta… Hay más necesidad y por tanto se necesitan más atenciones. En este sentido vamos muy en conjunto con otras escuelas y servicios de la zona. En 12 años también ha cambiado que ahora tenemos dos USEE.
¿Qué es una USEE?
Es una Unidad de Apoyo a la Educación Especial. Esto significa que los alumnos que tradicionalmente deberían estar en una escuela de educación especial, con educadores especialistas, se cree que, tanto para ellos como para el resto de la sociedad, es muy positivo que estén en la escuela ordinaria. Gracias a la USEE, los recursos que tendrían en una escuela de educación especial se trasladan a la escuela ordinaria intentando disminuir aquellas barreras de aprendizaje que puedan tener.
Esta disminución se lleva a cabo por medio de adaptaciones en materias concretas, si la necesidad es cognitiva; pero también puede tratarse de una necesidad de tipo más conductual, de relación o socialización. Entonces se trata de tener pedagogos, educadores sociales que, dentro de la escuela, ayuden a reducir las dificultades de socialización.
Esto nos gusta mucho, porque convierte la escuela en un pequeño laboratorio de lo que se encontrarán en la sociedad: gente muy diversa, formas de ser diferentes… Tenemos 20 plazas en la USEE, sin embargo, de la presencia de esta Unidad se benefician también otros alumnos de la escuela.
Así pues, un alumno que entra en esta escuela en 1º de ESO, o en el curso que sea, se encuentra que, tenga dificultades académicas o no, requiera del USEE o no, debe construir su itinerario formativo y plantearse su proyecto de vida. En este sentido, el modelo de escuela que nos contabas, ¿cómo consigue que en este recorrido los alumnos no abandonen?
Desde primero de ESO ya estamos trabajando con el objetivo de que nadie abandone sus estudios empezando por aprendizajes de fondo: el autoconocimiento, por ejemplo. Si yo me conozco, si sé cuáles son mis capacidades, también mis limitaciones, seguramente cuando vaya haciendo mi proceso de orientación será mucho más fácil que encuentre cuál es mi lugar en la vida.
Después, desde el equipo de tutores trabajamos mucho el conocimiento de la situación del chico o chica y de la familia. Por lo tanto, cuando hacemos propuestas de orientación nos ajustamos mucho al caso concreto. Son propuestas muy personalizadas, nuestros alumnos no son un número más.
Como consecuencia, nos encontramos que, para aquellos alumnos que tienen dificultades académicas, que son a menudo un motivo de abandono, así como para quienes se encuentran en situaciones sociales complicadas, podemos ofrecerles vías, digamos "alternativas" , que le permitan seguir avanzando. Alternativas no en un sentido negativo, sino al contrario, como una vía, como cualquier otra, para continuar el propio proceso formativo.
Un PFI, por ejemplo, puede ser una puerta excelente para acceder a un ciclo formativo de grado medio. Tenemos muchas experiencias de chicos que llegan a grado medio pasando por un Programa de Inserción Inicial y que después, incluso, algunos acaban cursando un grado superior.
En los casos de alumnos con características de educación especial también nos pasa. Es difícil que logren una inserción ordinaria, pero hemos generado una red de complicidad en nuestro entorno de centros que hacen una formación específica para chicos y chicas con diversidad funcional cognitiva, o con problemas conductuales, o con trastornos de salud mental. Antes de eso, este perfil de alumnado acababan la ESO y no había nada para ellos; y ahora, en cambio, podemos asegurar itinerarios con la familia que den continuidad a su proceso profesionalizador.
¿Toda esta tarea de acompañamiento va ligada a una lucha contra prejuicios? Es decir, ¿hay todavía resistencias a las vías quizás no tan habituales que desde el SAPP ofrecen?
Es cierto que todavía existe la "bachilleritis" pero también es verdad que en estos 12 años esto ha cambiado mucho. Los alumnos lo han normalizado mucho. Hoy la Formación Profesional entre nuestros alumnos de 4º de ESO tiene una consideración muy positiva.
Puede que la lucha la tengamos con algunas familias. Los hay que aún tienen en mente el sistema educativo anterior en que la FP era donde iban a parar los que no servían, según la opinión general. Había una cierta categorización. Hoy en día esto no ocurre, los alumnos están pasando pantalla a todo esto y para ellos es ya una opción más a tener en cuenta al final de la ESO.
Está desapareciendo la consideración de que hay unos estudios de primera y unos estudios de segunda.
Exacto. Ahora cuesta menos llegar a una entrevista y plantear un ciclo formativo como primera opción.
Hablemos de cifras. ¿Qué índice de abandono escolar tenemos en Salesianos Sant Vicenç dels Horts?
Cada año tenemos que hacer números y si hablamos de alumnos de los que no sabemos nada, porque han desaparecido de nuestros mapas, o de alumnos que no tienen alternativas al final de su proceso académico, podemos decir que el abandono es igual a cero.
Puede haber algún caso muy aislado, en cursos como segundo de la ESO, muy trabajados por la red de atención social, que tengan condicionamientos muy graves, que al final son "el caso" del año. Pero en general, no tenemos alumnos que abandonen los estudios.
¿Y esta sensibilidad en el acompañamiento y en la orientación de dónde nace?
Yo creo que tiene mucho que ver con nuestro carácter propio de escuela. Como Salesianos, para nosotros el alumno es el protagonista de su proceso. La personalización, el acompañamiento, es muy propio de nuestra escuela. Y otro elemento del carácter propio es la preferencia que hacemos por aquellos hombres y mujeres que más dificultades tienen. Es una preferencia de Don Bosco.
En una escuela, los alumnos que no se salen con los estudios son los que diríamos que tienen más dificultades, y en ellos es con quien depositamos más ganas y más fuerzas.
Por último, un par de preguntas de carácter más personal: la primera es "¿Estás a gusto trabajando en esta escuela?", Y la segunda "¿Qué recorrido a nivel profesional crees que tienes?"
No me veo trabajando en otro lugar. Me encanta. Tengo toda la sensación de que mi vocación es el trabajo que hago de asesoramiento y de orientación, es decir como SAPP, y que pasa por esta escuela, con este equipo, con el perfil de alumno que tenemos, el carácter propio… Me encuentro súper a gusto. Cuando ha habido otras posibilidades en el ámbito de la Universidad, por ejemplo, lo he visto clarísimo que yo tengo una prioridad con esta escuela.
Y a nivel de retos, creo que todo el aspecto de innovación en el que la escuela está entrando abre la posibilidad de un aprendizaje auténtico, útil, que los alumnos estén más motivados con lo que hacen… todo ello para mí está siendo súper motivador en el trabajo que yo puedo hacer de asesoramiento.
¡Muchas gracias Maria Àngels por toda la labor de acompañamiento que realizas y esperamos que sea por muchos años más!
¡A ti!
