"Dorotea de Chopitea, una señora de Barcelona" es un documental que se enmarca en el bicentenario del nacimiento de esta mujer de origen chileno que dejó una huella profunda en la ciudad de Barcelona, hasta el punto de que se la considera impulsora de la obra social más importante del siglo XIX en Barcelona.
Toda esta obra social estaba en Dorotea de Chopitea fuertemente arraigada en su profunda fe católica. El papa Juan Pablo II lo declaró la venerable el 9 de junio de 1983.
Cristóbal López, en nombre de los salesianos y en el preestreno el 16 de diciembre, agradeció este documental que versa "sobre nuestra madre". Y lo dijo porque si los salesianos llegaron a Barcelona fue gracias a Dorotea de Chopitea, que en 1882 conoció la obra de San Juan Bosco y en concreto los Talleres Salesianos para dar una oportunidad a los jóvenes de la clase obrera. También por deseo de Dom Bosco (que hizo una estancia de un mes en Barcelona), Dorotea de Chopitea impulsó, con la construcción de una pequeña ermita, que se acabara construyendo un templo en el Tibidabo dedicado al Sagrado Corazón.
El documental, presentado por la periodista Agnès Marquès, se estrenó el 20 de diciembre en el espacio Sense Ficció de TV3 y lo podéis ver aquí. El documental cuenta con la intervención de los periodistas Enric Calpena y Lluís Permanyer, los historiadores Dani Cortijo, Mercè Tatjer, Roser Nicolau y Carles Sudrià, los sacerdotes José Arlegui y Nicolás Echave, y el arzobispo de Barcelona, ??Joan Josep Omella.
¿Quién fue Dorotea de Chopitea?
Dorotea de Chopitea, hija de una familia aristócrata de origen vasco, vino a Barcelona con 3 años, cuando sus padres se instalaron en la ciudad. A los 16 años se casó, contra la voluntad de sus padres, con Josep Maria Serra, también nacido en Chile de familia catalana, y que luego fue uno de los fundadores del Banco de Barcelona y de la Maquinista Terrestre y Marítima.
Madre de seis hijas (una de ellas murió a los 16 años), las bullangas e la quema de conventos de 1835 convencieron Dorotea de Chopitea de necesidad de trabajar a favor de los marginados y dedicar su dinero a la educación de la juventud, hija del entonces naciente clase obrera. Dorotea de Chopitea murió en Barcelona el 3 de abril de 1891, a los 75 años, rodeada de sus hijas, los yernos y nietos, y habiendo dedicado casi toda su fortuna a las personas más necesitadas. Al quedar viuda, la mitad de la fortuna de su marido la dedicó íntegramente a los más pobres. Sus restos reposan en el santuario de María Auxiliadora de Sarrià, que había fundado ella misma.
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