Una curiosa fotografía que pertenece a la historia de los Salesianos en Barcelona. Su imagen muestra una vista del taller de automoción en las Escuelas profesionales salesianas de Sarriá, en el año 1918. El historiador del Museo Histórico de Barcelona, Xavier Cazeneuve, pidió esta foto al archivo de los salesianos, y fue proporcionada por el salesiano Euniciano Martin, de Salesianos Sarriá. Fue digitalizada y ampliada para la exposición: “El ingenio de postguerra. Microcoches de Barcelona” en la Fábrica Fabra y Coats de Sant Andreu (Barcelona), sobre la “Industria del Automóvil en Barcelona de la posguerra «. Esta fotografía estaba en la entrada de esta exposición que se desarrolló entre los meses de diciembre 2012 y de marzo de 2013.
Los antiguamente denominados Talleres Salesianos de Sarriá han constituido la aportación más importante a la enseñanza profesional en Barcelona –con proyección sobre toda España-, durante el último tercio del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Se debieron a la iniciativa de doña Dorotea de Chopitea, viuda de Serra, que, por su sensibilidad social y espíritu cristiano, vio la necesidad urgente que tenía Barcelona, entonces en pleno despegue económico y demográfico, de atender a la educación y preparación técnica de los jóvenes obreros. Dña. Dorotea, exponente del catolicismo social propio de final de siglo en Cataluña, al poco tiempo de la llegada de los primeros salesianos a Utrera (Sevilla, 1881), escribió a Don Bosco el 20 de septiembre de 1882. Le pide con determinación que los salesianos vengan a Barcelona, con el objeto de implantar aquí la enseñanza profesional para los aprendices: ‘»pues Barcelona es, con respecto a España, lo que Lyon y Marsella con respecto a Francia, esto es: una ciudad eminentemente industrial y mercantil, en la que la Institución Salesiana encontrará vasto campo donde ejercitar su tan benéfico apostolado”.
En nuestro país, el sistema económico agrario tradicional se mantiene hasta principios del s XX, conviviendo con una producción industrial poco desarrollada y de lenta evolución técnica que se nutre de una abundante mano de obra poco o nada cualificada. La formación técnica de los operarios era dada por los gremios y asociaciones, mediante unos contratos clásicos de aprendizaje establecidos entre los patrones y los cabezas de familia.
La formalización de un sistema educativo español no se produce hasta 1857 con la llamada «Ley Moyano» que fue una ley de instrucción pública y vigente hasta la II República Española. Son las instituciones religiosas, especialmente los salesianos, los que establecen las escuelas de capacitación y formación de artesanos, las llamadas «Escuelas Profesionales de Artes y Oficios». La primera de ellas se estableció en la localidad de Sarrià en Barcelona, en 1884.
Los Talleres Salesianos de Sarriá tienen una rica historia desde febrero de 1884. A principios de marzo abrieron sus puertas y se matricularon los primeros alumnos. Iban para residir allí como internos y para aprender alguna profesión manual que les sirviera para ganarse la vida. Era la primera casa salesiana en Cataluña y la segunda de toda España (después de la de Utrera en 1881).
Los salesianos y sus cooperadores dieron a esta obra el nombre de Talleres Salesianos (la prensa barcelonesa también habló algunas veces de Talleres Cristianos). Los primeros talleres que funcionaron fueron los de sastrería, encuadernación y carpintería. A estos les siguieron los de zapatería, escultura y cerrajería. Cuando, entre 1885 y 1887, se implantó la imprenta, se puso en marcha la primera escuela gráfica de toda España. Los salesianos entendieron siempre que sus «talleres» debían ser unas verdaderas escuelas de formación profesional. Por eso, antes de que acabara el año fundacional, 1884, ya empezaron a hablar de Escuela de Artes y Oficios de los Talleres Salesianos.
En poco tiempo, los Talleres Salesianos de Sarriá adquirieron un nivel excepcional, llegando a competir con los principales establecimientos industriales. Esta experiencia salesiana en Sarriá se extendió rápidamente por toda España. A lo largo de los años, se han transformado con sus iniciativas educativas y han contribuido significativamente a la enseñanza profesional.
DATOS IMAGEN:
Escuela de Automoción de las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarrià, 1918.
(Originales fotográficos del Archivo de Salesianos Sarriá
Fondo fotográfico digital del CENTRO