Un año más, los encuentros pascuales han congregado a más de 2.000 jóvenes de toda España para celebrar los acontecimientos centrales del cristianismo: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
“Me llevo, una vez más, que Cristo Resucitado tiene un corazón joven. Si los jóvenes se dejan tocar por Él, les puede cambiar la vida”, asegura Pablo Faccia, un joven salesiano participante en el encuentro pascual en Antequera (Málaga). “A pesar de las diferentes culturas que tenemos, en un territorio tan grande como puede ser una Inspectoría, que Jesús resucite es algo fundamental en la vida de tantos jóvenes”, afirma con alegría Rubén Ponce, que ha participado en una Pascua organizada en la zona de Cataluña.
“Lo que más me ha impactado son las vidas con las que compartes la experiencia. Cada uno lo vive de forma distinta, pero lo compartimos a través de algo que nos une: la fe”, cuenta Gonzalo, joven animador presente en la Pascua de Nivel 3 de Mohernando (Guadalajara). Además de destacar los testimonios de servicio, reconoce que el momento que le llama más la atención es el de la adoración de la cruz: “Ver cómo todo el mundo adora la cruz, se postra ante ella, pide perdón por sus pecados… Siempre me ha impactado”. De esta Pascua, se lleva tres mensajes: “Dios nos quiere tal y como somos; orar es esperar y perseverar; escuchar a tu corazón con sinceridad”.
En Arévalo (Ávila), alrededor de 120 jóvenes se dieron cita para vivir el Triduo Pascual. “Ha sido una experiencia magnífica. Es sorprendente ver cómo Cristo Resucitado sigue haciéndose presente en la vida de tantos chicos y chicas que caminan por la senda de la fe”, asegura el salesiano Juan Carlos Aonso. Y añade: “Todos nos llevamos el convencimiento de que es posible una liturgia viva, una participación plena en la eucaristía, con los cantos y con la propia oración. Los jóvenes no son ajenos a este lenguaje”.
“Me ha impactado compartirlo con los jóvenes de mi centro juvenil. Han estado de lleno, han compartido, han vivido y hay cosas que les han tocado. Es algo que como salesiano te hace pensar que vale la pena”, expresa el salesiano Norbert Mamba, que ha estado en la Pascua urbana de San Antonio Abad en Valencia. También le ha gustado mucho “la participación de la comunidad parroquial, sus palabras de cariño, su felicitación…”. Ha sido “una Pascua diferente, que me ha llegado”, sentencia.
Somalo (La Rioja) acogió un encuentro de Pascua familiar. “Los congregados éramos, con fluctuaciones diarias, unos 33, la edad de Cristo”, cuenta Josean Hernández, SDB, delegado inspectorial de Familia Salesiana de la provincia Santiago el Mayor. Su experiencia como salesiano sacerdote acompañando a familias ha sido muy gratificante: “Nos sentimos como en casa. Llegamos con el corazón abierto y las manos disponibles para hacer lo que hiciese falta”. Jósean destaca el empeño puesto por “un valiente grupo de laicos” para la preparación del encuentro. “Somos sacerdotes presidiendo o concelebrando en la celebración. Pero también lo somos, a tiempo entero, en los mil y un momentos que ofrecen esos tres días tan intensos. Porque en Somalo todo es Pascua, todo contribuye a que cada celebración sea de todos, y no algo del ‘cura’ de turno”, afirma.
Carmen Vía, una joven de 19 años de Santander, confirma el buen ambiente que se respiraba en Somalo: “Nada más llegar, nos acogieron como una familia, convirtiendo para nosotros esta Pascua en una experiencia inolvidable”. También destaca la implicación de todos los participantes: “Me ha gustado mucho ver cómo todo el mundo trabaja conjuntamente y dan lo mejor de sí mismos para llevar a cabo las actividades y celebraciones, haciendo que se convierta en una Pascua mucho más cercana y te den aún más ganas de vivirla. Sin duda, todos los que hemos venido por primera vez vamos a repetir esta experiencia todos los años que nos sean posibles”.
El salesiano sacerdote Abel Domínguez resume este encuentro pascual en Somalo: “Es volver a situar la mirada y la vida en Jesús de Nazaret. No como recuerdo del pasado sino como presencia viva. Es una experiencia que favorece lo sencillo, sin grandes recursos; lo familiar, sin organización complicada; lo humano y la profundidad que brotan de la Palabra de Dios compartida entre matrimonios, salesianos, personas de distintas generaciones, creyentes de distintas sensibilidades, buscadores y acompañantes”.
El Rector Mayor, en Sanlúcar la Mayor
Una de las imágenes de los encuentros de Pascua la dejó el Rector Mayor en Sanlúcar la Mayor. El Cardenal Ángel Fernández Artime saludó a los jóvenes y también visitó la casa de salud Don Ricaldone. Acompañado por el regional, Juan Carlos Pérez Godoy, y el inspector de Salesianos María Auxiliadora, Fernando Miranda, estuvo con los hermanos mayores y saludó a esta comunidad de enfermos muy efusivamente.