Del 1 al 6 de agosto se ha desarrollado la XXX edición de la Escuela de Animadores Juveniles Salesianos en Sanlúcar la Mayor, Sevilla, que la Delegación de Pastoral juvenil organiza junto a la Escuela Don Bosco de Tiempo Libre y Animación Sociocultural. En ella se han dado cita 170 jóvenes procedentes de las casas salesianas de Andalucía y de Extremadura.
Después de haber participado en el mes de julio como animadores, en los campamentos de los más pequeños, y como destinatarios en sus campamentos, estos jóvenes ocupan una semana más de sus vacaciones dedicando un buen puñado de horas a su formación como animadores y monitores, lo que nos muestra el calibre y la calidad de la clase de jóvenes que tenemos presentes en nuestras casas salesianas.
Como cada año se desarrollan diversos cursos que pretenden preparar a los alumnos, para que desarrollen su tarea animadora en los diferentes Centros Juveniles. En la formacio?n se presentan áreas como: Salesianidad y Sistema Preventivo, Medios de Comunicación y Redes sociales, síntesis teológica, Acompañamiento y diálogo personal, habilidades sociales, psicología, el perfil del animador… Además también se ofrece la formación conducente a la obtención del diploma oficial de Monitor de Tiempo libre para nuestros animadores y otros jóvenes.
Esta Escuela supone, aparte de un fuerte momento de formación, un espacio privilegiado de convivencia para jóvenes con las mismas inquietudes. Cada día, tras la formación, los participantes comparten la celebración de la Eucaristía y llegada la noche organizan juegos, dinámicas y veladas que constituyen también momentos de formación en los que aúnan su experiencia como animadores con lo aprendido en las clases.
Su formación les permitirá acompañar a chavales que acuden a los centros juveniles salesianos a lo largo de todo el año. “Queremos ayudar a estos jóvenes a seguir creciendo en su tarea animadora y a que sean conscientes de que también están desarrollando su vocación de servicio y entrega, a la vez que se cualifican en su voluntariado” relataba Rocío del Valle, Coordinadora de la Escuela Don Bosco.
Pero no es posible una experiencia tan completa sin un equipo de profesores de reconocida y contrastada experiencia. Ellos han sido el motor de las clases y han logrado extraer lo mejor de cada uno de los participantes. Ellos han sabido endulzar tantas horas de clase aportando lo mejor de sí mismos.
Como cada año el ambiente que vivido ha sido fantástico, donde los alumnos en todo momento, por la metodología utilizada, la propia de la Animación, se han sentido protagonistas de su formación en sus tres dimensiones, “Saber” , “Saber hacer” y “Saber ser”.
