La presencia de los salesianos en los patios virtuales es una realidad incuestionable. Los últimos documentos capitulares e incluso en la carta del Papa Francisco dirigida a los salesianos con motivo del Bicentenario hace mención explicita de la necesidad de nuestra presencia como educadores de los jóvenes en la red.
La cuestión importante para nosotros salesianos no es estar en las redes sociales, sino cómo estar presente en ellas sin desvirtuar nuestra identidad de consagrados.
Las redes sociales constituyen un espacio que potencialmente ofrece muchas posibilidades y responde a la necesidad que las personas tienen: necesidad de encuentro, de vincularse con otros, de amistad y de comunicación. Es verdad que en ellas se dan también conductas peligrosas; como la vanidad y el narcisismo. Internet es un mundo de paradojas donde los mejor y lo peor de nosotros mismos se ve reflejado.
El papa Francisco refiriéndose a las redes sociales señala un profundo concepto y es el de la construcción de “la cultura del encuentro”, que lejos de ser una idea abstracta es la propuesta de una nueva forma de vida y de actuar en relación con los otros.
Las redes sociales no pueden ser comprendidas como un mundo paralelo al llamado “mundo real”, sino que para nosotros deben ser pensadas como una dimensión que refleja nuestra experiencia de vida, nuestras convicciones y nuestra fe.
Un cristiano y sobre todo un salesiano no debe perder su identidad ni siquiera en la red, debe ser quien dice ser, sin miedo ni ambigüedades; su autenticidad y su experiencia de vida es el mejor regalo que puede ofrecer a los jóvenes que lo siguen en las redes.
Para el salesiano es importante la red porque a través de sus intervenciones podrá testimoniar la alegría, educar, orientar y evangelizar.
La red es un espacio que nos permite sostenernos mutuamente, lo que ahí se dice animará y ayudará seguramente a las personas que están en nuestro círculo de amigos y esto creará un efecto multiplicador.
Ser valientes para comunicar, es eso lo que se requiere de un salesiano; hoy es el tiempo de las personas valientes que se juegan por completo la vida por sus convicciones; deben ser altavoces de un estilo de comunicación realista y positiva.
Estamos viviendo un momento único en la historia de la humanidad jamás las personas han tenido esta posibilidad de comunicar.
Finalmente es importante respetar y cuidar a las personas que hacen parte de nuestra red de “amigos virtuales”, cultivar con ellos una relación constructiva que acentúe la calidad de la comunicación y sobre todo siguiendo el ejemplo de Don Bosco poner siempre a Dios en el centro de cada acto comunicativo.