En septiembre el curso comenzó en el mundo con alrededor de 240 millones de menores que no pisaron las aulas. Muchos no fueron porque tienen que trabajar y otros por la gran distancia que tienen que recorrer hasta la escuela más cercana.
Desde Misiones Salesianas pusieron en marcha la campaña Soñar sin cadenas para visibilizar la situación de millones de menores en el mundo que no pueden cumplir sus sueños de un futuro lleno de oportunidades por las ataduras del trabajo infantil.
El documental
Moisés, Cristóbal, Edwin, Aquiles, Kioranny y Abril son seis menores que proceden de familias desestructuras y viven en barrios pobres y peligros de Santo Domingo, en República Dominicana. Trabajan limpiando zapatos, vendiendo fruta, limpiando casas, cuidando bebés y lavando coches… “lo hacen para ayudar a sus familias, que son pobres, no son conscientes de que sus derechos como menores están siendo vulnerados”, explica Karen Montás, directora del programa salesiano Canillitas con Don Bosco.
En diciembre se cumplirán 38 años desde que el misionero salesiano Juan Linares tuvo la idea de dedicar un programa a los niños en situación de calle que se dedicaban a trabajar. Así nació en República Dominicana el programa Canillitas con Don Bosco. “Nos acercamos a estos menores para ganarnos su confianza con juegos y actividades de ocio, después nos preocupábamos por su familia, por si iban a la escuela y, finalmente, les ofrecíamos la posibilidad de estudiar o de aprender un oficio para que dejasen de trabajar”, recuerda el salesiano.
Últimas proyecciones
A finales de septiembre y hasta mediados de octubre, varias ciudades de Europa, como Roma, Viena, Varsovia, Bruselas y Lisboa, acogieron las proyecciones de “Canillitas”. Las últimas ciudades españolas en acoger este trabajo audiovisual de Misiones Salesianas fueron Córdoba y Linares, el 2 y 3 de noviembre respectivamente. Pero a lo largo de estas semanas el documental ha recorrido otras ciudades como Valencia, Málaga, Barcelona, Huesca, Pamplona, Barakaldo, Ciudad Real, Salamanca, Vigo y Lugo. Por la mañana para colegios salesianos y, por la tarde, para el público en general. Así, dio por concluida una gira exitosa en la que se dio visibilidad y concienciación de este grave problema que afecta a millones de niños y niñas en el mundo.
Reinserción social
El programa Canillitas con Don Bosco es un ejemplo de que el Sistema Preventivo de Don Bosco es exitoso y consigue reintegrar a estos menores con sus familias y en la sociedad. “Nuestra labor en el programa consiste en recuperar la alegría de la infancia, y lo hacemos robándole tiempo al trabajo por cosas que les interesan y les gustan: el colegio, el juego, los paseos…”, explica Karen Montás.“Tratamos de prepararlos para la vida, para que sean menores de nuevo y dejen de ser adultos a destiempo”.
“Claro que nos da miedo lo que hacemos, porque nos pueden pegar y muchas veces nos han robado, pero lo hacemos para ayudar a nuestras familias, porque son pobres”, explica Moisés, de 14 años. “Por la mañana voy a la escuela. Desde hace tres años estoy en el programa Canillitas con Don Bosco y aquí me han enseñado a leer y a escribir. Por la tarde y los fines de semana voy algunas horas al malecón a limpiar zapatos a los turistas para conseguir algo de dinero, pero nunca voy solo por seguridad”.
El documental Canillitas, dirigido por Raúl de la Fuente (tres Premios Goya) y de 21 minutos de duración, narra los problemas diarios y los sueños de los menores protagonistas, que compaginan su trabajo con la escuela y a los que el encuentro con Don Bosco les ha cambiado la vida, porque ahora quieren seguir ayudando a sus familias, pero convirtiéndose en buenos profesionales.
El éxito del programa Canillitas con Don Bosco se extendió pronto a las niñas trabajadoras en Santo Domingo con el programa Canillitas con Laura Vicuña y, en la actualidad, son 11 los centros salesianos que forman parte de la Red de Muchachos y Muchachas con Don Bosco que acogen, ayudan y acompañan a menores trabajadores.
Canillitas con Don Bosco
Sólo en República Dominicana hay alrededor de 340.000 menores que trabajan. Gracias al trabajo de los misioneros salesianos, en colaboración con la Sociedad Civil y el Gobierno dominicano, la cifra de menores que trabaja se han reducido mucho en los últimos años. Los programas salesianos con los menores trabajadores han atendido en estos casi 40 años a 93.000 niños, niñas y jóvenes, y se ha llegado a impactar de forma directa en más de 70.000 familias y 150.000 personas beneficiadas.