En el marco de unas jornadas de convivencia para estrechar lazos entre sacerdotes jóvenes de la diócesis alemana de Münster, estado de Renania del Norte-Westfalia, un grupo de casi treinta de ellos, incluidos varios seminaristas, pasó unas horas visitando el templo del Tibidabo, el pasado 19 de octubre.
Acompañados por algunos de sus formadores, escucharon las explicaciones históricas y pastorales del santuario por parte de Joan Codina, director de la comunidad, quien les contó cómo se había ido plasmando en la historia el regalo de la cumbre de la montaña del Tibidabo, que en 1886 un grupo de prohombres de Barcelona hicieron a Don Bosco.
Estos sacerdotes alemanes pasan una semana de convivencia en Barcelona, visitando también lugares religiosos emblemáticos como la iglesia de Santa María del Mar, la Sagrada Familia, Montserrat o Manresa.
Peregrinos japoneses en la cripta del santuario
Casi al mismo tiempo que los sacerdotes alemanes, un grupo de treinta peregrinos de las diócesis del Japón, dirigido por el obispo de Saitama, el salesiano Mario Yamanouchi, celebraron la eucaristía en la cripta del santuario y gozaron de las vistas desde lo alto de la basílica.
Este grupo de católicos japoneses está realizando una peregrinación cuya meta principal ha sido el santuario mariano de Lourdes, en Francia. Se da la circunstancia de que el obispo Yamanouchi tiene la doble nacionalidad argentina y japonesa, de modo que la misa pudo ser bilingüe.
Visitas como estas certifican la proyección internacional y eclesial del santuario del Tibidabo.