“La graduación es sólo un concepto. En la vida real te gradúas todos los días, es un proceso que continúa hasta el último día de tu vida, si los alumnos pudieran entender esto, marcarían una diferencia “, con esas palabras se dirigía a los alumnos salientes el pasado 27 de mayo don Carlos Amigo Vallejo, Cardenal emérito de Sevilla, durante el acto de despedida de los de bachillerato en el teatro del colegio Salesianos San Pedro.
Una nueva promoción que formará parte de otro fragmento de la historia del colegio salesiano y de las vivencias compartidas. Ante la mirada atenta y el silencio compartido por los familiares y amigos, se desarrolló el acto académico que contó con diversas intervenciones destacadas: Un alumno, Javier Azcona que hizo un breve recorrido de momentos vividos y compartidos con sus compañeros de aula a lo largo de su etapa educativa. Una despedida con un lógico sentimiento agridulce, una mezcla de satisfacción por el deber cumplido, por unos y por otros, y de tristeza por lo que supone de despedida entrañable tras varios años de convivencia como miembros de la comunidad educativa. Entre ellos, un invitado de excepción, el cardenal emérito de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo que con su oratoria llenó al auditorio con un halo de esperanza “la educación es la llave para abrir el mundo, un pasaporte a la libertad “. Con un lenguaje cercano a los jóvenes y con la sencillez que le caracteriza contó anécdotas personales en las que mostraba que en la vida las pequeñas decisiones se toman con la cabeza y las grandes decisiones con el corazón.
Tras la imposición de becas y la entrega de las matrículas de honor, cerró el acto el director del centro, Fernando Báñez Martín, que dirigió al alumnado una breve reflexión sobre los momentos vividos como únicos e irrepetibles y unas cariñosas palabras de agradecimiento que merecen reproducir: “Gracias por todo lo que dejáis aquí, por lo mejor que cada uno de vosotros ha dado en estos años, por vuestra alegría, ilusiones vividas día a día, por vuestras preguntas y desafíos, que hacen que siempre seamos jóvenes los que ya no lo somos. Considerad que ésta siempre será vuestra casa y que, sean los que sean, Salesianos y profesores los que estén aquí cuando volváis, basta con decir que sois antiguos alumnos para que se os reciba con alegría y cariño.
