Los primeros días de abril se llevó a cabo en la Casa Salesiana de Espiritualidad de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) una nueva acción formativa dirigida a los profesores veteranos que cuentan con más de 15 años de contratación en Andalucía, Extremadura y Canarias.
Bajo el título “La Relación Profesor-Alumno" el curso profundizó en la experiencia docente, bien trabajada y vivida como un valor, bajo la animación y desarrollo del salesiano José Antonio San Martín Pérez, perteneciente a la Inspectoría Santiago el Mayor.
Licenciado en Historia y Teología, José Antonio San Martín Pérez cuenta con Master en Asesoramiento y Mediación Familiar con el que llevar a cabo este tipo de cursos enfocados como un espacio para el encuentro, la convivencia y la comunicación e intercambio de experiencias entre profesionales comprometidos con la tarea docente y educativa de las escuelas salesianas. Una reflexión abierta durante dos jornadas desde la propia vida del docente para enfocar con más serenidad y profundidad las experiencias diarias que se viven en los centros. Entre los temas trabajados dentro del Análisis Transaccional se encontraban "Cómo somos: La importancia del conocerme para mejorar la relación con las personas con las que contactamos", "Cómo funcionamos: ¿En mi relación con las personas qué predomina más: la positividad o la negatividad?", "Para qué nos comunicamos: La necesidad de las caricias psicológicas para poder establecer una buena relación", "Cómo nos sentimos: La importancia de los sentimientos en las relaciones humanas" y "Por qué nos sentimos mal y no resolvemos los problemas: Una trampa en la educación, los juegos psicológicos".
Para José Antonio San Martín la experiencia ha favorecido el intercambio entre los diferentes docentes procedentes de diversos puntos de la geografía inspectorial en unas jornadas para salir reforzados en la misión educadora. "La relación padres – hijos; profesores- alumnos… no resulta fácil. Muchas veces intentamos resolver los problemas relacionales desde actitudes autoritarias o permisivas. El castigo, el no poner límites, la imposición o la permisividad… son actitudes frecuentes. Sin embargo, estas salidas no resuelven los problemas de relación. Y además de estas actitudes mejorables tenemos otra muy positivas", explicaba.
La experiencia ha contado con tres objetivos principales:
• Revisar y evaluar el quehacer educativo y estructurar respuestas para superarse en el futuro.
• Buscar estrategias para mejorar el grado de satisfacción personal en el trabajo educativo
• Mejorar las relaciones y la comunicación con los compañeros y los alumnos.
Las jornadas de trabajo finalizaron con la evaluación positiva de los participantes y la tradicional foto de familia.
